“Zapatero: no vayas a la final”. Esa es la consigna de algunos aficionados que han creado una página web (www.zapateronovayas.com) en la que le piden al presidente del Gobierno que por favor no asista a la final que disputará la Roja ante Alemania tras 24 años de larga espera. Y es que ahora que se ha roto el maleficio de los cuartos, que la selección española goza de alegría, que hace de la pelota una bola mágica que casi siempre termina dormida en la red y que se prepara para el reto más difícil en tiempos modernos, nadie quiere que José Luis Rodríguez Zapatero asista al Ernnst Happel porque le consideran gafe.
Y no es para menos. Haciendo un recuento de los ‘daños emocionales’ que ha causado la presencia de Zapatero en los grandes eventos deportivos en los que la ‘armada española’ ha llegado como favorita y se ha ido derrotada, las pérdidas deportivas son cuantiosas. Y eso sin tener en cuenta cuando apoyó a Kerry y salió Bush, cuando apoyó a Schröder y ganó Merkel y cuando apoyó a Chirac en el referéndum francés de la constitución europea y ganó el no. En fin, temas extradeportivos a parte. Me explico.
Hace un año, cuando se celebraba la Copa América en Valencia, todo marchaba a la perfección. Hasta que llegó el presidente del Gobierno. Fue entonces cuando por primera vez en cuatro años la regata fue suspendida por falta de viento. Primer gol en contra. En junio de 2005, cuando Fernando Alonso estaba en pleno estado de gloria, Zapatero puso como deportista ejemplar al piloto asturiano, y en la siguiente carrera de Fórmula Uno Alonso abandonó por primera vez un Gran Premio. Zapatero pierde dos a cero y el título de gafe le guiña el ojo.
Antes de que la selección española de fútbol partiese rumbo al Mundial de Alemania 2006, Zapatero les deseó a los pupilos de Luis Aragonés mucha suerte en su travesía por tierras germanas. El final de la película: España eliminada en cuartos de final. Tres cero en contra y Zapatero se alistaba para izar la bandera de gafe. El verano pasado acudió a la final del europeo de baloncesto en la que España llevaba un camino perfecto, sin derrotas y con grandes posibilidades de coronarse campeona de Europa al mando de Pau Gasol. El resultado no podía ser otro: España perdió la final y su único encuentro en el campeonato. Cuatro a cero en contra. El único gol que ha marcado Zapatero fue cuando asistió a la final de la ‘Champions’ en la que el Barça consiguió su segunda Copa de Europa ante el Arsenal.
Pero hay motivos suficientes para pensar que el presidente está gafado. Los héroes de la ‘Roja’, como ya había adelantado El Confidencial (Ver noticia), no quieren que asista al palco para ver el gran desenlace de la cita europea. Y es que en el mundo del fútbol la superstición juega un papel determinante. Como ejemplo está Luis Aragonés, que no puede ver el color amarillo o Joan Capdevilla, que no entra al campo si no es con su pie izquierdo. Los malos augurios no entran en la quiniela. España acaricia el título después de 44 años de sequía. El miedo a perder se ha esfumado por la ventana y la confianza se ha albergado en los cuerpos de los españoles. El viento está a favor pese a que no deja de ser la ‘Todopoderosa’ Alemania. Zapatero: no vayas a la gran final, que estamos más cerca que nunca.
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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