sábado, 21 de junio de 2008

GENTE EJEMPLAR, RESPONSABLE Y EFICAZ

En ocasiones es muy reconfortante conocer, de primera versión, acontecimientos de personas que tienen una categoría humana enorme. Mencionaré tres ejemplos de estas personas –cambiaré los nombres, por delicadeza hacia ellos y familiares- que son ejemplares en esta sociedad nuestra que va buscando la parte negativa del ser humano. ¡Qué fácil es caer en zafiedad, cuando aquel autor del género novelístico dijo: “Me asomé al corazón de una buena persona y encontré tanta miseria humana. ¡Quién se asusta cuando nos asomamos al interior de un cruel hombre que ha matado o ha violentado a otra persona”.

Al primero, Manuel, de nuestros amigos lo conocí en un viaje que realicé hace algún tiempo. No mucho. Coincidimos en asientos próximos e iniciamos una agradable conversación. Comenzamos con el usted y acabamos intercambiándonos las tarjetas de visita y con el tuteo. Iba a un congreso que se realizaba en una ciudad. El día anterior había desarrollando una ponencia sobre un tema profundo sobre cuestiones de células madres y embrionarias. Tenía las ideas claras. Brevemente nos contamos nuestra biografía profesional. Manuel, no era médico ni biólogo, sino jefe de un buen laboratorio y se dedica entre otros menesteres a exponer lo último de lo último.

¿Pero Manuel es investigador? Bastante. Me contaba que en sus estudios hasta los quince años había estado en “la luna de Valencia”, como decía un antiguo profesor, por culpa de una profesora que había reñido con su padre y se negaba a enseñar al chico Manuel lo que él demandaba. Hasta que llegó un joven maestro que sustituyó a la jubilada maestra. Y a partir de este momento, Manuel fue como un proyectil balístico, imparable en el saber científico. Comenzó realizando la Formación Profesional, tan denostada en nuestra sociedad. Y a fuerza de mucho trabajo y estudio concienzudo ha llegado donde en la actualidad se le puede contemplar.

Jaime, segundo ejemplo, fracasaba año tras año en los exámenes de los estudios primarios, en junio y después en septiembre. No había forma de que saliera adelante… hasta que él mismo se percató que podía con las materias que se les ponía por delante. ¡Se acabaron las tareas difíciles e imposibles! Jaime comenzó su cuenta atrás y se come el mundo, dando satisfacciones a quienes se admiran de su persona. ¡Genial, por Jaime!

Y por fin tenemos a Emilio. Una persona también joven donde los haya, criado entre mujeres, rodeado de algodones. Conoció lo de colocarse el pirsing en la nariz, lengua u ombligo; supo lo que era recibir reprimendas familiares porque no cumplía los patrones establecidos… ¡hasta que llegó el día de su conversión al estilo del Pablo de Tarso, cayendo del caballo! Y Emilio encontró su hueco en esta vida, fuera del hogar familiar, en una profesión delicada y arriesgada. ¡Ejemplar el amigo Emilio! Con casi dos décadas a su espaldas, escasamente, él cumple una función en nuestra sociedad de hombre sin rostro y que todos lo agradecemos. ¿Cuál es ésta? Por su seguridad es mejor tenerla en el anónimo y agradecerla por razón que es de todos razonable! Pero sí les aseguro a los que estas líneas leerán que está pero que muy encantado allí donde la vida lo colocó.

Son tres perlas de este mundo que son reales e inesperadas –como se dijo al comienzo- como tantas otras que existen en nuestras vidas cotidianas. En alguna de ellas el que escribe estas líneas tuvo algo de profeta. En conversaciones con alguno de sus familiares mantenía la teoría del “tiempo que nos queda por vivir dará la vuelta a lo imprevisto” y así se cumplió.

Y es que el optimismo y el esperar un final inesperado es cada vez más importante en nuestras existencias. ¿Acaso no estamos viendo tantos films que nos repiten una y otra vez la misma cantinela: “Basado en un hecho real de nuestros días”. Pero pensamos que son cuestiones de marketing y esos casos no es fácil que se den en nosotros también. Y nos equivocamos. Una vez más por suerte. ¿Recuerdan la película “En busca de la felicidad” donde se nos muestra el esfuerzo titánico del protagonista y al final nos llevamos el gran alegrón de nuestra vida? Pues más o menos eso es lo que ocurre.

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