miércoles, 18 de junio de 2008

FRASES QUE NO PODEMOS ACEPTAR NUNCA JAMÁS

Hay frases en los anuncios de nuestras calles, en la atención al cliente de algunas entidades bancarias, en los autobuses urbanos, en la prensa escrita, radio y televisión que no debemos aceptar nunca jamás. A veces, las podemos escuchar también en el teléfono, a la hora de la siesta o cuando comemos en casa con nuestra familia…Son frases que esconden algo especial y que ofenden a nuestra inteligencia de seres pensantes. Hete aquí algunas que nos pueden servir de muestrario:

• “Déjenos pensar por usted.” ( ¿A cuento de qué?)
• “YO pienso en mi tiempo” (¿Y los demás no pensamos? ¡Hay algunos listillos!)
• “No se esfuerce en su trabajo, que para eso estamos nosotros” (¿Y quiénes son “nosotros”?)
• “Este verano, tómese unas buenas vacaciones que usted se las merece” (Toma, y ese, aquel y el otro… ¡las vacaciones son para todos los que trabajan a conciencia!)
• “YO voy a lo mío, y que los demás se arreglen como puedan” (¿Acaso así se arreglan los conflictos, los problemas de un país o de una familia?)
• “Déjenos su paga y nosotros se la triplicamos” (¿Qué hacen ustedes? ¿Magia potagia? ¡Venga ya, tío…! ¡No nos tome el pelo!)
• “Entre en nuestra sede y así se acabarán sus problemas” (¿Y cómo sabe usted que tengo problemas? Pero, ¿de qué problemas me habla, señor mío? ¿De los económicos o de los problemas con la hipoteca, la esposa y los hijos?
• “Hablaremos con sinceridad…” (¡Esto quiere decir que otras veces no son sinceros ustedes! ¡Lo que faltaba por leer o escuchar!)
• “Estas vacaciones serán inolvidables para usted y los suyos” (¿Quién me lo asegura tan drásticamente?
• “Nosotros somos los únicos que realizamos estas ofertas tan buenas” (¿No suena a musiquilla algo conocida, por lo manido del uso)
• “Los niños hasta los 18 años pagarán un precio especial” (Nunca supimos que había niños de esas edades, en las que ya se puede votar)
• “Disfrute ahora y pague en cómodos plazos en septiembre próximo? (¿Pero al final de cuentas hay que pagar? ¿Y en septiembre no comemos, ni pago la hipoteca de la vivienda, ni compro ropa ni calzado para el próximo invierno?
• “¡Oiga, señor!, ¿Qué marca de ordenador tiene usted en su hogar?” (¿Y usted me ha pedido permiso para preguntarme, aunque sea por teléfono?
• NOTA IMPORTANTE: Esta lista se podría alargar, pero abra usted bien lo ojos y sus oídos y verá como se las encuentra mañana mismo en cualquier lugar.

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