martes, 10 de junio de 2008

LOS BANCOS DE ALIMENTOS, FRENTE AL HAMBRE EN EUROPA (i)

"Los bancos de alimentos europeos ayudan a más de cuatro millones de personas necesitadas"

Aceprensa Junio 2008

Los Bancos Europeos de Alimentos deben afrontar una nueva situación marcada por el agotamiento de los excedentes agroalimentarios de la Unión Europea, en una coyuntura de fuertes alzas de precios del sector alimentario. Esta circunstancia ha estado presente en la asamblea anual de la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA), que se ha celebrado en Madrid (30-31 de mayo).

Los bancos de alimentos tienen ya una notable implantación en Europa, aunque la idea comenzó en los Estados Unidos. Durante el año 2007, los 232 bancos de alimentos que integran la federación europea repartieron 289.500 toneladas de víveres que permitieron mejorar la nutrición de 4,3 millones de personas.

La asamblea fue inaugurada por la Princesa de Asturias, doña Letizia. Víctor Renes, de Cáritas España, hizo un análisis cuantitativo y cualitativo de los grupos sociales europes, considerados como pobres. Según los baremos oficiales europeos, está en riesgo de pobreza todo aquel con ingresos inferiores al 60% de los necesarios para acceder a los servicios y posibilidades considerados normales. Según ese criterio, aproximadamente un 16% de la población española está en riesgo de pobreza no severa, mientras que la pobreza severa afecta aproximadamente a casi el 4% de la población, lo que significa 1,5 millones de personas. En Europa la media de población cercana al umbral de pobreza es del 14%, mientras que la que sufre extrema pobreza es del 2%.

Los Bancos de Alimentos son una de las respuestas de la sociedad civil para paliar en lo posible el problema del hambre o la malnutrición de los sectores sociales pobres o en grave riesgo de caer en la pobreza.

Los alimentos repartidos por los bancos operativos pertenecientes a la Federación Europea, hasta el pasado año provinieron de las siguientes fuentes: el 23%, de donaciones de la industria agroalimentaria; el 9%, de colectas entre particulares –como las Operaciones Kilo realizadas en España–; el 13%, de empresas de distribución, como grandes superficies o supermercados; un 5%, de las llamadas “mermas”, y el 50% restante, de los programas de la Unión Europea que hasta ahora se habían beneficiado de los productos agroalimentarios en poder de los organismos de intervención.

Nueva coyuntura

Debido a la nueva coyuntura mundial de aumento de precios agroalimentarios, los excedentes prácticamente han desaparecido, de tal forma que en 2008 el programa ha debido financiarse con una partida específica. Este cambio ha originado que desde la Federación Europea de Bancos de Alimentos se esté desarrollando una intensa actividad de información y de contactos con responsables de la Comisión Europea para tratar de perfilar un nuevo sistema de ayudas que permita, al menos, mantener el nivel de distribución de alimentos a los más necesitados.

En la base de la situación actual está la nueva coyuntura de fuertes alzas de precios de productos alimenticios básicos, que ha sido analizada en esta asamblea y cuyas consecuencias son difíciles de cuantificar en este momento. También es probable que esa nueva situación de alzas de precios en los alimentos básicos produzca un incremento de población en peligro de caer en la pobreza extrema.

Todo esto obligará a los responsables de los bancos de alimentos a intensificar sus esfuerzos para mantener y aumentar la cantidad de productos procedentes de la industria agroalimentaria y del sector de distribución. Por su parte, las Federaciones de Bancos de Alimentos de los diferentes países europeos deberán unificar criterios, ya que no todos los gobiernos europeos piensan que una distribución de alimentos que lleguen directamente a los necesitados sea la forma más adecuada de combatir la pobreza, a causa de los altos costes de la logística y la distribución.


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