miércoles, 31 de octubre de 2007

¿DÍA DE TODOS LOS SANTOS?

Nos hemos acostumbrados al pasar los años. La rutina nuestra de cada día se mete hasta en las cosas más importantes. ¿Por qué decimos que hoy -1 de noviembre de 2007- es el “Día de todos los santos”, como el que dice otra palabra o frase cualquiera? ¡No puede ser que nos quedemos tan tranquil@s!

"¿Hasta dónde quiere usted llegar?, amigo." ¡Pues nada menos hasta lo más grande que puede llegar una persona! ¡Ser santo, ahí es “na”! Recuerdo que hace muchos años, pero muchos, me quedó grabada una frase que le escuché a un santo varón –por cierto, que no sé nada de él desde hace años- y era en la iglesia donde iba a misa los festivos. Dijo en aquella ocasión, dirigiéndose a los menores: “Hoy, Día de Todos los Santos, debéis decir a vuestras respectivas madres que os pongan un postre especial. Porque es el día en el que se nos recuerda que podremos ser santos si nos lo proponemos” Y lo dijo con una sonrisa en los labios y con los ojos… ¡Qué bien lo dijo!, Señor.

NO se me han borrado esas palabras de mi mente. Parece que la oí ayer mismo ¡NO! Hace muchos años. Aquel sacerdote hablaba a los fieles de su parroquia con la boca, el alma y el corazón. Ese día les lanzó este mensaje a los pequeños, pero a quienes quería encandilar era a los padres y madres que allí estaban. ¿Nos hemos enterado que hoy es un día muy importante? “Sí, ya lo sabemos”, dirá más de uno”. ¡NO nos hemos enterado, añade el que el que estas líneas redacta! Perdón por mi “chulería”.

No se trata sólo de recordar, en el día de hoy, a tant@s amig@s, familiares, conocid@s, y demás personas que fueron muy buen@s, después de luchar mucho contra viento y marea contra los defectos día tras día,a veces cayendo y levantándose de nuevo, y ya marcharon de este planeta llamado Tierra. ¿Y qué futuro nos queda a los que quedamos todavía por estos lugares varios? “No me conformo con ser de segunda regional”, dirá más de un@. ¡O todo o nada!

Perdona que me ponga pesado, pero es que cuando redacto estas líneas ya es uno de noviembre y no puedo dejar pasar ni un minuto y recordármelo –perdón, recordártelo a ti también- para que no perdamos el tiempo en tonterías (debía decir un taco gordo que empieza por j…, pero me aguanto, por respeto al que esto lee).

Termino, recordando una frase que escuchamos muchas personas o leímos de san Josemaría Escrivá: “Somos santos de altar o hemos perdido el tiempo miserablemente…” Y dirá alguno a estas alturas de la madrugada: “-¡Oiga, amigo, ¿y eso cómo se consigue?” Eso mismo le preguntaron a santo Tomas de Aquino hace muchas fechas y respondió con una sola palabra: “¡Queriendo!”

Pero, añado de mi cosecha, que santo Tomás no dijo esto para aquella hermana suya, sino que lo dijo para todos los que estas líneas leen (también para el resto, por supuesto). Y lo dijo para todos: casados, solteros, viudos, pecadores e inocentes, obreros o intelectuales, sabios o ignorantes…¡Todos podemos y-debemos-ser santos! Lo que ocurrió es que se nos olvidó y estábamos en Babia.Hasta que un día... Otro día seguiremos. Gracias por leerme.

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