sábado, 22 de marzo de 2008

SÁBADO SANTO

Hemos llegado al Sábado Santo. Ayer celebramos la muerte de Jesús en la cruz redentora. Estamos un poco tristes y solos. Pero si nos acercamos a la Madre de Jesús, nos acogerá como haría en su caso Pedro y los demás apóstoles.

Ella está segura que el Hijo volverá a la Vida. No duda en ningún momento. A nosotros nos viene la duda cuando vemos que a Jesús le dan sepultura y que unos soldados custodian el lugar para que después no vayan a decir que si ha resucitado. Y nos viene la desilusión de inmediato.

Hoy será un día de espera –quizás se nos hace algo largo- pero al final nos alegrará haber esperado en Jesús, que nunca nos falla. Y tampoco la Virgen María. ¡Qué bien se está y se vive cerca de Dios y de su santa Madre!.

El Sábado Santo es un día algo curioso, con un final muy grato, como antes decía. Es el día de la gran esperanza. ¿Pero sabes una cosa, querido amigo? Que en nuestra sociedad tecnificada no queremos esperar. Deseamos las cosas al momento. En caso contrario montamos el número del día. Pero Jesús nos ha enseñado a esperar. Y si hemos aprendido la lección seremos felices siempre.

Te deseo que esperes hoy, con alma y calma. Reza mucho, aunque sean oraciones breves. Jaculatorias. Y el día del Sábado Santo se volverá luminoso y nos traerá la alegría de Jesús y su Madre. Sin embargo hay muchas personas que buscan sucedáneos para este día todas las semanas del año. Van de un lugar para otro, comen, beben, prueban mil cosas y al final… no encuentran solución a su sed de felicidad. Cuando te encuentres díselo cómo se puede encontrar felicidad en cantidad.

¡Un secreto a voces! El sábado es el gran día de la semana, pero el Domingo –lo escribo con mayúscula adrede- le gana por goleada, y bastante margen. ¡Ya sabes por qué! Hoy nos toca esperar porque es Sábado Santo. Felices Pascuas anticipadas.

Si quieres puedes escribirme al correo: jpardoibo@gmail.com Y me cuentas tus experiencias, sean del tipo que sean..Te contestaré cuanto antes..

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