Es de todos sabidos que la natalidad es baja en casi todos los países. Esto ocasiona que los hijos se valoren como mercsncía preciosa y se les tenga como oro en paño. No digamos nada si uno de ellos ha enfermado por una grave lesión. Y ocurre que ellos no son nada tontos -es decir no se chupan el pulgar- y se dan cuenta de la situación.
¿Qué ocurre entonces? Pues muy sencillo: se vuelven unos dictadores perfectos y están llamando la atención de los demás en todo momento. De tal forma que se hace casi imposible la convivencia con ellos, pues acaparan todo el tema de conversación y atención de los que les rodea.
Esto viene a cuento que en estas fiestas navideñas es cuando se aprecia más y mejor todo este tema. ¡Qué ocasión más buena para estar con ellos y percatarse de lo mal que lo hacemos los mayores!
He aquí algunos fallos muy frecuentes: A) Permitirles que llamen la atención varias veces seguidas sobre un mismo tema. B) Dejarles que al hablar griten, aunque los abuelos estén algo mal del oido. C) Consentirles hacer muecas en la mesa mientras se come. D) Permitirles posturas raras en el sofá al ver la televisión.E) Consentir detalles que no se les permite en el curso normal. E) Pedir varias veces "por favor" algunos asuntos, cuando este debe ser el último apoyo en nuestra educación familiar.F) Dejarles hacer todo lo que en el curso no se les permite. G) Tratarles con un cierto mimo porque así lo permite las circunstancias del momento. G) Tirar la toalla y no castigar nunca en serio, porque estamos en fiestas... H) Aceptar riñas,motes y disputas por envidias entre hermanos. I)Dejarles comer de todo y en cantidad exagerada pues ya está el curso del año para exigir un comportamiento adecuado...
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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