lunes, 24 de septiembre de 2007

UNA HISTORIA PARA PENSAR

Cuando la conocí tenía 16 años.
Fuimos presentados en una fiesta, por un "CHICO" que decia ser mi amigo.
Fue amor a primera vista.
Ella me enloquecía.
Nuestro amor llegó a un punto, que ya no conseguía vivir sin ella.
Pero era un amor prohibido.
Mis padres no la aceptaron.
Fui expulsado del colegio y empezamos a encontrarnos a escondidas.
Pero ahí no aguanté mas, me volví loco.
Yo la quería, pero no la tenía.
Yo no podía permitir que me apartaran de ella.
Yo la amaba: destrocé mi coche, rompí todo dentro de casa y casi maté a mi hermana.
Estaba loco, la necesitaba.
Hoy tengo 39 años; estoy internado en un hospital, soy inútil y voy a morir abandonado por mis padres, por mis amigos y por ella.
¿Su nombre? Se llama Cocaína.
A ella le debo mi amor, mi vida, mi destrucción y mi muerte.

Freddie Mercury
Lo escribió antes de morir de SIDA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha impresionado mucho este escueto comentario sobre las drogas y el SIDA. ¡Qué engañados estamos muchos acerca de este tema escalofriante! Gracias. Roberto Rial.