UNA GUERRA, ¿ES POSIBLE?

Escuchamos y leemos en los medios de comunicación que un político francés habla estos días de una posible guerra contra un país árabe. ¡Y que es preciso estar preparados! Y uno piensa si no estarán hastiados con las guerras ya acontecidas hasta el presente. ¿A qué viene esta nueva moda de hablar de nueva guerra? ¿Cuándo vamos a escarmentar los pobrecitos hombres?

¿No vale de nada las víctimas de la primera y segunda guerras mundiales, la de Vietnam, Corea o Irak, la de los Seis Días, etc? ¡Acaso no es suficiente lo acontecido hasta estos momentos de la historia del planeta llamado Tierra! Seamos serios y elevemos el punto de mira. Tener hijos, educar personas, mantener unas vidas en el ambiente familiar ya es en sí una “guerra apasionante”. Por favor que estos políticos no sean frívolos. El tema es muy serio como para dejarlo ahí sin solucionarlo.

No es posible que esta sociedad tecnológica y sofisticada tenga estos objetivos tan cutres. ¿Por qué no pensamos más y damos importancia a las vidas de nuestros semejantes? ¿Por qué no creamos más universidades donde se enseñen humanidades, pero sin manipulaciones políticas de ninguna manera? ¿Por qué en vez de invertir en misiles y en informática para cargar los ánimos de los posibles contrincantes, no gastamos en alimentar países que pasan necesidades y hambrunas reales? ¿Por qué se mira este planeta desde una oficina y no se patean aldeas africanas, donde tener agua para beber es un lujo cada día? ¿Por qué no se visitan lugares de la India donde aún se vive casi con las mismas limitaciones que en tiempo de Ghandi? ¿Otra guerra? No, gracias. Hagamos la paz de cada día, que cuesta tanto.