miércoles, 22 de octubre de 2008

PORNOGRAFIA INFANTIL NO


PORNOGRAFÍA NO

Esto es lo que deseamos para nuestra sociedad actual. Ya está bien de que los chicos/as sean el campo donde crezca la pornografía.

¿A dónde queremos llegar con la pornografía?
Exigimos que dejen de dar la lata a los críos que lo tienen bastante crudo con tantas clases del colegio.

Pedimos que dejen tranquilos a los chicos de una vez por siempre…
Se pueden dedicar a otras labores más útiles en la sociedad actual.

¿Han pensado en cuáles? Ahí van una serie de ellas: visitar y cuidar enfermos, acompañar ancianos/as que viven solos, hacer de cuidadores de personas que se ven impedidas por la enfermedad… ¡verán cómo se encuentran mejor al final de la jornada!

¡Se puede ser feliz sin hacer grandes cosas! No lo duden amigos: tendrán muchos amigos y la policía nunca persigue a los que hacen el bien y se preocupan por los demás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy necesaria la campaña contra la pornografia infantil, entre todos podremos conseguir que esto poco a poco se erradique, yo tambien me uní, es algo que nos importa a todos la verdad

por cierto, estamos buscando gente que le interese compartir enlaces para mejorar la posicion en buscadores, te dejo mi email intercambios@Ymail.com

Un saludo, la campaña es un éxito la verdad

Joan Montane dijo...

Por la parte que me toca (más de la que quisiera) me adhiero a cualquier iniciativa que se lleve a cabo http://forogam.blogspot.com/
De hecho llevo en "campaña" desde hace años. No obstante, y desde mi experiencia, quisiera hacer una aportación. Aproximadamente el 60% de los A.S.I. los comete un familiar. Y alrededor del 90% alguien de su entorno: un maestro, un sacerdote, un monitor, un cuidador, un vecino, un amigo de la familia...
Nos escandalizamos (con toda razón) por los grandes casos de pederastia, los casos más llamativos o los que está involucrado el estamento religioso. Y debemos hacerlo, insisto. Pero sin perder de vista que el gran problema lo tenemos en nuestra propia casa. Mucho más cerca, mucho más cotidiano, sin sospechar jamás del culpable. Ese es el gran problema. ¡Quien iba a sospechar de mi padre! A veces la gente se sorprende porque era un universitario, un tendero, un profesor, un ingeniero... El abusador no tiene perfil; puede ser cualquiera.

Un saludo.
Joan Montane.