viernes, 3 de octubre de 2008

HABLAR MÁS Y MENOS GRAMÁTICA

Caminaba por la calle hace pocos días y una madre comentaba a su hijo:

.- Lo que hace falta es hablar más en gallego durante las clases y enseñar menos gramática. Con la gramática sólo aprendes verbos, pero poco más. Así ocurre que después la gente no hablamos en gallego porque no sabemos expresarnos bien.

¡Qué razón tiene esta señora madre! ¿Cuánto tiempo le dedican los profesores a enseñar gramática de inglés, castellano, griego, latín, francés. Pero después no sabemos vocabulario ni formar una oración simple (sujeto-verbo –predicado). Hace falta más conversación, más oratoria y menos dedicado a escribir –aunque todo es preciso- pero en nuestras aulas se dedica poco tiempo a la conversación en un idioma que deseamos aprender.

¿Quién tiene la culpa? Las calificaciones del alumnado. Que es preciso evaluar y dar una nota a cada alumno/a y no hay manuales para este factor tan importante para todos. Muchos puestos de trabajo se pierden porque no saben hablar algunas personas y no se saben expresar oralmente.

Es hora de aprender de Argentina, de USA y de otras culturas donde le dedican más tiempo a la conversación en el aula. ¿Difícil tarea? No creo, si se realiza una programación adecuada y vamos avanzando curso tras curso en este importante asunto de la vida.

Me pregunto muchas veces cómo hacen las madres con sus hijos para enseñarles a hablar. Hablan con ellos y ya está. “Mamá, yo pono esto en la mesa! Y la madre rectifica con cariño y sin reñir al pequeño: “No se dice así. Mamá yo pongo esto en la mesa” Y otro día igual. “Papá yo no cabo en este sitio” Y el papá le comenta –le enseña, sin querer algo de gramática- al hijo: ” - Se dice no quepo en este sitio”. ¿Cuántos años necesitan unos padres para que sus hijos aprendan el idioma materno/paterno? Muy poco porque todo es fonética, es decir conversación.

Hace pocas fechas viajó un amigo a un país, donde se hablan el árabe, francés y español. Pero con dominio de los dos primeros. Se había comprado un vademecum del francés, pero echó mano del vocabulario del francés que había “estudiado” en el bachiller de hace años. Y se dio cuenta que le faltaba más que nada la poca conversación del aula.

Señores y señoras profesores/as. ¡Hablen más con su alumnado y dejen la gramática a un lado, de vez en cuando! Se asombrarán de sus adelantos ya que el cerebro del pequeño es como una esponja para todo. Lo que se necesitan son buenos educadores, profesores y que estos tengan más paciencia. Es preciso saber esperar. También para educar a un país.

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