lunes, 6 de abril de 2009

¿POR QUÉ EL PRESERVATIVO NO PROTEGE CONTRA EL SIDA? (III)

En Yaundé, Camerún, en 1993, se celebró la VII Reunión Internacional sobre el SIDA con expertos médicos y sanitarios. Fue una reunión en la que participaban unos trescientos congresistas y, se distribuyó al final, un cuestionario para que se indicase, entre otras cosas, si se había tenido relaciones sexuales durante los tres días que duró la reunión con personas que no fuesen pareja estable. De los encuestados, el 28% contestó que sí, y de estos, una tercera parte dijo que no había tomado "precauciones" alguna para evitar contagios. Si esto ocurre entre personas "concienciadas", ¿qué ocurrirá entre la base del pueblo?. ¿A qué fueron a Camerún?, ¿a hacer turismo sexual?, ¿a llevar el SIDA a Camerún, o a llevarse el SIDA del Camerún?.

El pueblo normal, el africano, recibe también la presión de las campañas, sin ningún resultado. Si en algún sitio las campañas para frenar la epidemia del SIDA están mal adaptadas a la cultura local, ese lugar es África. Allí esta más del 70% de los seropositivos de todo el mundo y, la transmisión heterosexual es la predominante. Se constató en la conferencia que las campañas pro-preservativo son absolutamente ineficaces en África. Así lo reconoce también la propia OMS: "Por diversas razones, los africanos en general, no utilizan los preservativos en sus relaciones sexuales. Y los que lo hacen, es solamente para planificar el número de hijos. Recientes estudios realizados en el África sub-sahariana establecen que sólo un 1% los emplean". Y es que a pesar de las cifras cada vez más alarmantes sobre la enfermedad, el hombre de la calle sigue sin inmutarse, pensando que se trata de asuntos europeos.

Así lo reconoce también María Francisca Basarán de Médicos sin Fronteras :"Introducir los preservativos en las relaciones sexuales en Africa es culturalmente muy difícil, y no se trata primordialmente de una cuestión religiosa o moral"

En la conferencia mundial sobre el SIDA de Vancouver, en 1996, se reconocía que es una paradoja que mientras los investigadores acaban sabiendo casi todo del SIDA y logren terapias más eficaces contra el VIH, los mensajes preventivos no "calen" en la gente, y menos en las que mantienen prácticas de riesgo. En los países anglosajones, puede que subsista el moderno imperativo ético de la autodeterminación y de responsabilidad personal, que obliga a responsabilizarse totalmente de las consecuencias de los propios actos, lo que aconseja evitar situaciones de riesgo.

Sin embargo, casi en el resto del mundo, por ejemplo los países mediterráneos aflora un cierto neofatalismo. No se piensa en las consecuencias de los actos, quizá porque se piensa que lo que sea sonará. De ahí, que se vive al día: se comparten
jeringuillas usadas, se aceptan parejas ocasionales sin cuestionar su historial, y se mantiene a los jóvenes entretenidos con la explosiva mezcla sexual de ignorancia y permisividad. Así se logra que quien caiga víctima de la enfermedad parezca que fue por la fatalidad supersticiosa, por voluntad divina o porque quizá lo merezca.

Según informaba la CNN, Pedro Chequer responsable oficial del SIDA en Brasil, a la vista de que después de intensas campañas pro-preservativo desde 1983, los estudios oficiales hablan de que el 76% de la población no usa preservativos en sus relaciones sexuales, dice que "esas cifras nos están haciendo pensar en una nueva estrategia de prevención". El citado informe sobre los hábitos sexuales de los brasileños, que se publicó en esas fechas, revelaba que un creciente número de brasileños bebe alcohol antes de las relaciones, el 44% de los jóvenes, lo que reduce su percepción del riesgo.

Durante un congreso de Medicina Tropical y Salud Internacional que se celebró en Sitges.(Enero 2000), se hizo público un estudio que informa que el 50% de los viajeros a "paraísos sexuales" no usa preservativo. El estudio, realizado en el Hospital Clínico de Barcelona a partir de mil historias clínicas de viajeros que hicieron alguna consulta en la unidad de medicina tropical, señala que uno de cada cinco viajeros mantuvo relaciones sexuales durante el viaje con parejas no habituales, la mayor parte personas autóctonas del país visitado. El estudio, con el que se quiso conocer el grado de protección de los viajeros para evitar enfermedades de transmisión sexual y comprobar si alguno de ellos contrajo una de estas enfermedades, señala que únicamente el 47 por ciento de los hombres y el 60 por ciento de las mujeres utilizaron el preservativo.

Por lo que respecta a los contagios, en 9 viajeros se diagnosticaron enfermedades asociadas a las relaciones sexuales: tres seroconversiones en viajeros a India, Brasil e Indonesia, un caso de pediculus pubis, 4 casos de escabiosis en personas que visitaron Cuba, Guinea Ecuatorial y Sudáfrica, y un caso de vulvovaginitos contraído en Senegal.

Según el Departamento de Defensa de los EE.UU., el ejército estadounidense es el que tiene mayor índice de enfermedades de transmisión sexual (ETS) de los países desarrollados. Cada año se producen en el mundo 333 millones de contagios de este tipo de enfermedades, de los que 15,3 millones corresponden a Estados Unidos.

La población militar es la de mayor incidencia, con entre dos y cinco veces más riesgo de contraerlas, cifra que se eleva a 50 veces más en caso de conflicto. La cuestión les preocupa especialmente porque las ETS son cada vez más virulentas y resistentes a los fármacos y, además, provocan lesiones que facilitan el contagio del SIDA. Por eso, se ha sabido que van a adoptar medidas, y estas no pueden ser nunca impopulares, por lo tanto, a lo de siempre, promocionar entre los soldados los preservativos.

Pero no esperan demasiado de esta medida porque, según Bill Calbert, presidente del Comité de Prevención de ETS, del Departamento de Defensa de los EE.UU, sus soldados saben perfectamente cómo se transmite el SIDA y, sin embargo, sólo el 42% de los encuestados utilizaron el preservativo en el último contacto sexual: "Parece haber una clara desconexión entre lo que saben y lo que hacen", añadió Calbert, quien explicó que el programa de ayuda que van a poner en marcha incluye también orientación sobre abstinencia y relaciones monógamas, algo es algo. Ya se ve que sirven de muy poco las teorías cuando fallan los valores.

¿Es honrado incitar a los jóvenes a la promiscuidad con esos programas de "educación" sexual que se limitan a promover un sexo "seguro y sin riesgos" y no estimulan la afectividad de los jóvenes hacia el autodominio y el amor comprometido?
En sexualidad no basta la información técnica, se deben atender las esferas de los sentimientos y el espíritu. Quienes castran alguna de esas parcelas pagan las consecuencias

No hay comentarios: