Me gustaría analizar cuestiones de gran envergadura, pero que se demuestra en detalles pequeños, asuntos que son propios de la condición humana. Es bueno tenerlo presente, para que nadie se asuste ni se crea un ser extraño. Pienso que todos somos muy parecidos en las cosas buenas y en las otras, que detestamos.
Quiero detenerme en el detalle sencillo, muy frecuente en todos nosotros, como es la capacidad que tenemos de nunca creernos que somos “malas” personas y que somos un dechado de valores humanos. ¡Vamos, somos como diría un amigo mío, ¡la leche!, con perdón por la expresión y ahora que el ganadero gallego se queja de que su producto blanco no se cotiza como debiera.!
Esto quiere decir que a nuestro alrededor están todas las personas del planeta Tierra, que se pueden catalogar como avaros, holgazanes, chaqueteros, envidiosos, mentirosos, generadores de conflictos, etc. Pero que nunca somos nosotros esas personas. ¡Y nos quedamos tan tranquilos! ¿Acaso no nos damos cuenta que cuando nos enteramos por los medios de comunicación de alguien que hizo una barbaridad -piense el lector en lo que desee, pero malo o muy malo- en ningún momento pensamos que nosotros podríamos realizar esa fechoría?
Para que nos demos cuenta que esto no es una elucubración, pongamos algunos ejemplos sencillos. Alguien habló mal de su jefe y entonces se organizó algo grande en la empresa. ¡Eso nunca lo haríamos nosotros, pensamos! Un amigo llega tarde a una cita importante de la que depende el buen futuro de la empresa o la familia nuestra. ¡Qué tranquilo se queda este fulano!, pensamos. Y nos olvidamos las veces que llegamos tarde a un lugar por nuestra culpa, aunque después le echamos la culpa al tráfico o a una visita inesperada. Una persona “amarga” la vida de sus familiares y amigos por su conducta – nada solidaria y falta de compromisos- y pensamos que esa persona nunca podemos ser un día nosotros. Y es que la condición humana es “no echarnos la culpa” de nada de lo que ocurre: ¿para qué están lo políticos o los demás, como vecinos, familiares? Aquí radica el éxito de lo culebrones y de los programas rosas de la televisión y radio
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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