En muchas ocasiones nos encontramos con chicos/as que no tienen motivaciones para estudiar varias horas todos los días. “Total, no hay donde puedas trabajar luego”, “Conozco a una persona licenciada en derecho que ahora se dedica a otro trabajo poco remunerado”, etc.
Todo eso es cierto, pero puede ser una excusa para dejar de rendir en los estudios y ser del montón. Hay diversas técnicas sencillas que podemos poner en práctica en el aula o en caso pormenorizados. He aquí algunos botones de muestra.
A) Ver una película donde el personaje sea alguien que lucha para sacar un puesto de trabajo –y además es cierto-, porque ocurrió en la vida misma en algún lugar del planeta Tierra. Si han visto “En busca de la felicidad”, ahí tienen un ejemplo para tener un coloquio y estudiar un “caso” de una persona que se estimula a estudiar, a pesar de los pesares. Otra película, quizás es difícil de conseguir es “El club de los poetas muertos” , que a los jóvenes les motiva para saber decidir a la hora de elegir sus estudios.
B) Una buena técnica es traer al aula a una persona humilde, con pocos medios económicos, que ha triunfado en los estudios gracias al esfuerzo personal y ahora ocupa un puesto de responsabilidad. Y al mes siguiente traer otra persona.
C) Tener un listado de antiguos alumnos del centro escolar –instituto o centro concertado- que han pasado por las aulas hace pocos años y que son médicos, arquitectos, profesores, economistas, banqueros, abogados, etc. Entre los padres de los alumnos se pueden tener algunos de ellos y alguna vez podremos echar mano de ellos.
D) Organizar a lo largo del curso –en varias sesiones- los viernes, que suelen estar cansados los estudiantes, unas sesiones de orientación profesional. Pueden ser tres de cada profesión (médico pediatra, psiquiatra, odontólogo) o bien abogados que han escogido puestos diferentes (jueces, fiscal, abogado del estado) y en bastantes ocasiones traer un fontanero, mecánico, electricista y que les hablen de sus respectivas profesiones. ¿Por qué motivo todos los alumnos deben escoger la universidad como solución a sus aspiraciones. Recordemos a san Juan Bosco cómo impulsó la formación profesional entre los alumnos de los colegios salesianos.
Cuando los alumnos ven plasmado en una realidad el esfuerzo que realizaron otros antes que él, puede ser que se les abra el apetito por un estudio serio y responsable. ¡Cuántas personas mayores conocemos cada uno de nosotros que después de su trabajo profesional dedican tiempo a realizar una carrera superior o de grado medio porque se dan cuenta que están minusvalorándose. ¡Y al final lo consiguen!.
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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