Mis amigos Rosa María y Venancio son también vecinos ya que viven en una vivienda enfrente de la nuestra. Viven en un quinto piso, con una azotea llena de macetas y azulejos. Cuando el tiempo lo permite pasan bastante tiempo en la terraza o azotea. Es preciso señalar que ambos ya son mayores y deben superar los casi cerca de cien escalones cada vez que salen de casa a la calle.
Es justo felicitar en primer lugar a Rosa María, ya que mañana día 23 de agosto estará de santo. ¡¡Muchas felicidades y que lo celebraréis como ya sabéis hacerlo!! Venancio es un gran aficionado a la elaboración de cuadros con azulejos. Para ello cuenta con un horno eléctrico que tiene en un lugar adecuado de la vivienda. Ha realizado varias exposiciones que han tenido un gran éxito de público y prensa. Venancio goza de una gran memoria y recita las letras de diversas canciones que escuchaba cuando era un mozo joven. Buen conversador y con el se puede pasar unos momentos gratos. Elegante a la hora de vestir y buena educación con todos. Amigo de sus amigos y pienso que es conocido de media ciudad coruñesa.
Rosa María es una gran aficionada a la lectura y acude durante el curso a unas sesiones que imparte una profesora universitaria en las que se analizan varios libros conocidos algunos y otros de ediciones actuales, con los estilos variados: después de un cierto debate se sacan conclusiones prácticas que a todos les ayude en su cultura literaria. Tiene, además una buena costumbre, que es la de realizar resúmenes de las conferencias a las que se les invita y más tarde nos la envía por Internet con cantidad de datos de todo tipo –ya sean históricos, ya sean geográficos o simplemente dignos de ser recordados.
Además en una gran musicóloga y un instrumento que suele usar es la flauta, que a los vecinos nos deleita cuando les escuchamos desde nuestras viviendas si lo realiza desde la azotea de la vivienda suya, cosa que hace con frecuencia. Persona muy amable, siempre sonriente y buena esposa de Venancio.
Han tenido varios hijos que les visitan con frecuencia; también los amigos que se atreven a subir los escalones suelen pasar buenas tertulias con ellos en la terraza de la vivienda. Es una gran suerte tener estos vecinos tan cerca, de tal forma que nos comunicamos de viva voz, por teléfono o Internet, Intercambiamos todo tipo de plantas y macetas. ¡Gran cosa es la amistad!
(Nota.- Por motivos ajenos a los que estamos en el blog este artículo no ha podido salir antes, como estaba previsto. Pedimos disculpas.)
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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