Llamé a mi amigo Diego para interesarme por las hazañas de sus hijos. El hijo llegó a la cumbre del Mont Blanch a las 11 horas del domingo, después de salir a la 1 de la madrugada en una cordada, ayudándose de linternas al principio. Más tarde les ayudó la suerte y la veteranía al descenso desde la cúspide. Esta afición a la montaña le vino por la costumbre deL un profesor Antonio Lluch de física-química, gran aficionado a la montaña, que aprovechaba los fines de semana para llevar pequeños grupos de alumnos a las montañas gallegas, Ancares, Tres Obispos,entre otras, y a las de los Picos de Europa (Asturias), muchas veces en pleno verano, para apreciar y escalar el Naranjo de Bulnes.
Esta afición se fue extendiendo entre ellos hasta cuajar en verdaderos montañeros. En este caso también se formó un grupo de chicas, hermnanas y amigas de los alumnos, que también escalan. Hace pocos meses una de ellas, en las montañas de Gredos tuvo un fatal accidente y se despeñó cuando realizaba una escalada.
En el viaje a Sudáfrica de la hija de mi amigo, es preciso decir que todo le ha ido, por ahora, de maravilla y la finalidad del viaje es contemplar animales en las zonas de esta región africana y hacer safari fotográfico. Una manera más de divertirse y aprender sobre el mismo suelo de la fauna del continente africano. Mi amigo Diego sigue sereno esperando a los hijos para que les narre directamente las diversas peripecias de los aventureros viajeros.
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
No hay comentarios:
Publicar un comentario