Hoy –día quince de agosto, festividad de la Asunción de la Virgen María a los Cielos- es el santo de las señoras, señoritas y niñas que se llaman Reyes, Mirelle, Begoña, Alba, Sagrario, Valle, Paloma- y por lo tanto les deseamos ¡Muchas Felicidades! en esta ocasión y que pasen un excelente día.
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” le dijo el arcángel Gabriel a María el día que le fue a saludar. Hoy tiene que ser un día de mucha alegría y de risas.
Hace algún tiempo leí lo siguiente: “?Sabías que hace unos 60 años la gente se reía una media de 18 minutos al día y que hoy apenas nos reímos un ridículo minuto cada 24 horas¿ Hay algo que no funciona y qué hacer rápidamente”. Y seguía. “Cuando te ríes, se te mueve el bazo, lo que acelera el paso de los alimentos por el tubo digestivo. Además ese masaje interno elimina un poco de bilis y ya sabemos que la bilis se relaciona con la irritabilidad de las personas, ¿te empieza a doler el estómago? Pues sigue riéndote.
La risa es buena para conservar la moral y es que al reírnos, estimulamos ima hormona que disminuye el dolor y la angustia. Los médicos llamaban a la risas “la pequeña música del alma”.
¿Una “depre” repentina? Rápido una sesión de de risas. Buen humor. En las biografías de las personas santas llama la atención que en todas las vidas de personas santas hay pocas cosas en común. Una de ellas es el buen humor. Unos eran más sosos y otros eran más divertidos, pero todos eran alegres. Santa Teresa de Jesús, santo Tomás de Aquino, santa Teresita de Niño Jesús, san Francisco de Asís, san Juan Bosco, San Josemaría Escrivá…
¿Y por qué estamos alegres los cristianos siempre, pase lo que pase? ¿Por qué estamos alegres en estas fiestas de la Virgen, en Navidad, el Domingo de Resurrección, en Pascua Florida, ocurra lo que ocurra? Porque sé que Dios es mi Padre. Porque Dios Hijo se hecho hombre y me ha explicado que yo –que todos- importamos a Dios, que les interesamos, que nos ama. Y que detrás de todo lo que pasa está Él. Y si ocurre algo que nos disgusta y no nos agrada –cosas que muchas veces no entendemos por más que le demos vueltas- está siempre Él que nos ve y nos oye. Y que siempre aunque me equivoco o hago algo mal –incluso a conciencia- Él me perdona si lo reconozco y le pido perdón.
Y saber que Jesús murió y ha resucitado y nos quiere a cada uno como si no existiera nadie más es para estar contento, muy contento, alegre, y muy alegres. ¿Cómo vamos a estar tristes por pequeñas tonterías?. Tener buen humor, estar alegres siempre, aunque a veces alguna cosa me haga pasarlo mal. Santa María: ¡que yo esté con el Señor Dios siempre! Él está siempre con nosotros, a nuestro lado. Si no olvidamos esto estaremos siempre alegres. Y la Virgen María alegrará nuestras vidas si pensamos estas ideas con frecuencia. Porque es verdad. No son cosas de niños pequeños, sino de personas mayores, maduras y que reflexionan. ¡¡Felicidades a todas y a todos!!
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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