OTRA VEZ EN ÁFRICA

LLegó el día 30 de mayo a Casablanca unos de nuestros colaboradores. Con una puntualidad germánica el avión de Iberia se posó en la pista de Mohamed V. Después de pasar un mar de nubes,la luz radiante de África alegró a nuestro representante enviado para un gran evento.

Después de ser recogido por un auto eléctrico -especialmente designado par estos acontecimientos- un fuerte y robusto chófer le llevó hasta la salida del aeropuerto marroquí. Cumplimentó los trámites aduaneros y de policía,el viajero se acercó a la zona de familiares y representantes. Un ilustre familiar venido especialmente desde París le saludó entrañablemnte. Jacob se emocionó con un grado elevado, al igual que el viajero y enviado nuestro. Los asistentes al acto se unieron al acto así como Dris, el chófer del mercedes que les acercó a la ciudad africana.

No podemos obviar el encuentro tenido en la Terminal Cuatro de Barajas a la llegada de A Coruña, con unos representantes, que procedentes de Roma viajaban hacia México, con el fin de dar un curso de 30 horas sobre "Formación humana en la actualidad universitaria". Después -en los postres- se intercambiaron noticias de gran actualidad, sin olvidar la gran relevancia de estos profesionales procedenets de Italia. Eran Luís Romera, Decano de la Faculatd de Filosofía de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y Paul O¨Callaghan, profesor de la misma Universidad romana, conocido esritor irlandés,de todos conocidos. Es de rigor dar a conocer el encuentro que tuvo nuestro enviado a Casablanca con un representante de unos marroquíes, en el mismo aeropuerto madrileño de Barajas.

Ya en Casablanca, después de una familiar comida con los ingredientes típicos del país hermano, dedicó parte de la tarde a conocer el ambiente más peculiar de esta ciudad que le acogía calurosamente. Se trasladó más tarde para visitar a don Manuel Velázquez y familiares allegados, con los que compartió amistosamente.

En las horas de la tarde noche acudió con unos amigos a una demostración hípica, donde una familiar amazona, Carolina, partcipó con gran éxito del público asistente. Finalizó la jornada con una cena, al igual que el almuerzo, del más exquisito sabor marroquí. Era hora de ir a descansar a la mansión de unos amigos de nuestro representante, pero como es de todos conocidos, los imponderables mandan en nuestro diario vivir. No fue posible y -a última hora- debió cambiar el previsto programa, por otra mansión marroquí.

En declaraciones que hizo a lo largo de su primera jornada en tierras de Äfrica, quiso destacar la gran paz que existe entre el pueblo amigo, donde no existe las prisas ni estrés, propias de una civilización occidental. Esto unido a otros detalles de la ciudad -el bienestar y sincronización de los diversos aspectos ciudadanos- fue lo más llamativo.

Esta mañana, después de asistir con unos amigos, a unos encuentros de fútbol escolares, al final de los cuales se sirvió un aperitivo,con ingredientes típicos marroquíes. Seguiremos informando en próximos envíos.