viernes, 13 de marzo de 2009

BODAS DE ORO EN EL SACERDOCIO

Agustín Filgueiras Pita cumple cincuenta años de sacerdocio el 14 de marzo. Le conocí a los pocos años de estar en Galicia y siempre me causó una buena impresión. Su manera de explicar el evangelio, con anécdotas y sencillez. Estuve un día de estos en su parroquia para felicitarle..

Me cuenta que lleva escritos varios libros,.Alguno ha alcanzado la sexta edición, como es “Un pan para cada día”, donde después de redactar una anécdota, pasa después a sacar una moraleja, que ayude al lector a tener un punto de vista cristiano de las cosas del vivir diario. Por la quinta edición va otro sobre la sonrisa y en la cuarta tiene otro sobre el humor. En la primera edición ha salido uno sobre Jesucristo. Es una constante que se repite: la alegría, la infancia y hablar de Jesucristo.

Recordamos una buena anécdota y de ahí salieron otras. Había fallecido el padre de un alumno, de pocos años. Paseando, Agustín trata de explicarle algo sobre la muerte al chico aquel, mientras paseaban por el campo del colegio. Es preciso decir que el sacerdote es una persona alta y fuerte. De pronto el niño, más bien bajo, le pregunta por su estatura. Respuesta del chico: “Como siga usted creciendo, vaya caja que necesitará el día que se muera”.

La sociedad actual y la juventud. Respuestas: “Los niños son los más agradable por varios motivos: la sencillez, alegría y sinceridad, sin olvidarse de la coherencia y la lógica aplastante que utilizan. Por alguna razón Jesucristo dijo en el evangelio. “Dejad que los niños se acerquen a mi y los que se asemejan a ellos”. Y a otra pregunta sobre el hombre y Dios, responde: “Cuando se pierde el rostro de Dios, el hombre pierde la razón”.Es optimista cuando afirma: “La sociedad volverá Dios por necesidad que tiene de ËL”. Y la última anécdota de un crío llamado Manuel, que en cierta ocasión le preguntó a Agustín: “¿Cómo está Dios?”. Respuesta: “Dios está fenomenal”. Manuel, le dice agachando la cabecita: “-Ah, bueno”.

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