jueves, 10 de abril de 2008

TAXISTAS: ¿PSICÓLOGOS, AMIGOS Y MUCHO MÁS?

Cuando una persona de a pie necesita tomar un taxi se puede encontrar un psicólogo, un amigo y mucho más. Últimamente necesito usar de los servicios de estos buenos profesionales. Siempre deseo hacer de copiloto. Coloco el cinturón para cumplir las normas vigentes. La última vez me dijo uno de los taxistas: “Por mi, no hace falta que se lo ponga. No suelen multar”. Le respondí, que era por la seguridad; para evitar susceptibilidades añadí que podía aparecer de pronto “el loco del volante” y tendría que hacer uso del freno, y el copiloto…¡allá va! Sonrió y añadió un gesto de agradecimiento.

El otro día tomé el taxi y comienzo por lo más fácil: “Este año el Deportivo parece que al final se va a salvar de ir a segunda…” Sobre la marcha, no me dejó acabar la frase. –“Mire usted, el fútbol es una m. y la política otra m. “. “Caramba, pensé, como está el patio dentro del taxi” Pero insistí –uno es cazurro a veces- y dejé caer: “Eso, depende como todo en esta vida. Depende de quien esté en la Política o en el equipo de fútbol…” Y proseguí: “¿Usted recuerda cuando el Depor les ganaba a todos los grandes, incluido el Milán, Madrid, Liverpool…?” Llegamos a final de la carrera y nos despedimos hasta la próxima. ¡Ah!, le comenté, antes de apearme:-”En política, como en todas las profesiones ocurre otro tanto igual”. Asintió. Y me deseó buena jornada. Él quedaba algo mejor de humor.

Acompañé a un amigo que llevaba una maleta. No era muy grande. Pesaba poco. Cuando se la entregó al taxista le comentó que la tratase con cuidado al dejarla en el maletero. Una vez dentro del coche le dice la dirección y le propone un acertijo: “Le doy tres opciones para que acierte lo que llevo en la maleta. Conste que no llevo alhajas, ropa, ni dinero en papel moneda” ¿Qué será?”. Le dio una pista que “…tenía alguna relación con Portugal” Y acertó al poco tiempo: mi amigo llevaba una urna con la imagen de la Virgen de Fátima a una familia que la solicitaba. ¡Es que los taxistas son listos como ellos solos!

Hace algunas semanas me llevó en su taxi una señora que me dijo su nombre y apellidos. Como es obvio, no los voy a citar. El nombre tenía alguna relación con los apellidos y nos reímos un buen rato.Era una persona cordial. Le pregunté cómo se las arreglaba para atender todos los frentes –casa, taxi, supemercado, etc- y me contestó que había tenido suerte con el cónyuge y los hijos y –además- les había enseñado a tiempo para que colaborasen todos. “Pero de vez en cuando es preciso sacar el látigo para que algunos se muevan”

Otro día iba en el taxi cuando se me ocurre contarle un chiste al taxista. Pero he aquí que era una persona con buena memoria y buen humor. ¡Sabía una cantidad de chistes! Lo pasamos bomba por aquello de la asociación de ideas. Yo te cuento, tú me cuentas y así llegamos al destino. ¡Es decir que hay que pasarlo bien hasta en el taxi! Otro día -ya acabo- se me ocurrió ofrecerle al taxista una estampa de un santo de mi devoción; al principio la tomó, pero después me la quiso devolver diciendo: “Mire usted, es que no puedo llevármela porque pertenezco a una secta…” Respondí sencillamente. “¿Usted la quiere llevar por si acaso necesita pedirle algún favor?” Dijo que sí. La llevo y nos despedimos después de abonarle la carrera. Y, por último, otro taxista que se llama Mario y al cual le envié un correo electrónico, pero aún no lo contestó. ¿Dónde estás, Mario?

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