Hace unos veinte años apareció en Estados Unidos un estudio sobre la infancia de aquellas tierras, propio de una sociedad consumista, que hoy está ocurriendo en nuestra España. A nuestros niños y niñas de ahora les va a ocurrir –les está ocurriendo ya- muchas de aquellas. El trabajo lo realizó un llamado J.B. Estenson y que se recogía traducido al español, en un folleto de MC nª 516 titulado “Para padres de hijos menores de doce años”.
Entre otras cuestiones que se planteaban, he aquí algunas de ellas, que nos harán pensar un rato. Al grupo de niños y niñas les ocurrirá lo que sigue:
“El 60 por ciento abandonará por completo la práctica religiosa, no tendrán una fe para transmitir a sus hijos. El cien por cien estarán expuestos a pornografía, que cuenta con una extensa aceptación social, con todo lo que ello conlleva sobre el respeto al sexo contario y la santidad del matrimonio. Entre el 60 y el 70 por 100 tendrán experiencias prematrimoniales. Del 20 al 40 por 100 vivirán en concubinato antes del matrimonio. El 100 por 100 serán activamente inducidos alguna vez a probar droga en el colegio o en la universidad.. El 10 por 100, por lo menos, tendrán serios problemas de adicción al alcohol o a la droga.. Del 10 al 20 por 100 sufrirán problemas psicológicos, especialmente depresiones clínicas. De los adictos a la droga o con problemas psicológicos, un pequeño número se suicidará. El 50 por 100 –la mitad de los niños- se divorciarán antes d cumplir los treinta años.”
¿Qué hacer entonces ante este panorama? Lo primero es dar una buena educación para que los hijos utilicen más la razón que el instinto. Las personas no somos animales que se dejan llevar sólo por el instinto y no usan, porque no la tienen, la razón que sí la tenemos todos n osotros, a Dios gracias.
Muchas veces hablamos de los instintos que son deseos naturales que se sienten fuertemente: la sensación de hambre incita a comer, la del frío a calentarse, el amor materno a proteger, la glotonería induce a hartarse, la pereza a holgazanear, la codicia a aferrarse a algo, la cólera a matar, el sexo a poseer. Ahora, no lo dejes más tiempo, es el momento oportuno para ir preparándoles el carácter para que aprendan a decir no a muchos caprichos.
Para que sepan ayudar a los demás y que sean desprendidos de los bienes suyos por las otyras personas que les rodean. Seguramente que tú lo has pasado bastante mal para llegar a donde estás. Tu experiencia que les sirva a ellos y ellas para ser hombres y mujeres de una pieza.Pero, por favor,no te pongas como ejemplo. Que te vean alegre, servicial, honrado, laborioso,comprensible, cariñoso amable,sincero,piadoso,buen compañero de tus amigos, que nunca hablas mal de nadie, Fórmalos bien –día a día- y ponte de acuerdo con el colegio donde los llevas para que allí continúen la labor familiar de todos.
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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