lunes, 10 de diciembre de 2007

MIS AMIGOS/AS DEPORTISTAS

No recuero haber hablado en estas páginas de mis amigos/as deportistas. No salen en los medios de comunicación –uno de ellos, sí salió en cierta ocasión, pero nada más- pero a mí me “imponen un respeto imponente”, como se dijera del Piyayo. Les cuenta las historias. Son breves pero muy enjundiosas. Primero comienzo por una de ellas porque la protagonista tiene nada menos que ochenta y seis años. La conocí hace un mes y poco. Va a su clase de natación dos veces por semana, lleva un bastón de apoyo y una mochila si no me equivoco. El otro día caían chuzos y alguien quiso dejarle una gorra para preservarse del agua hasta la parada del bus y se negó en rotundo: al llegar a casa me lavo la cabeza y nada más. Esta tarde le comentaba a otra persona similar edad y le costaba creerlo. ¿Cuánto largos nada la señora Carmen, que así se llama? Un catalán o valenciano diría “poquets”. Pero me gustaría ver a muchos de los que se quejan todo el día de la artrosis y otras enfermedades hacer lo que realiza esta “sirena”.

El amigo Luís del que ya les conté otra historia de cuando viajó hace pocas fechas a Roma – ha vuelto semanas atrás a viajar -junto a su esposa inseparable, Manolita- a Asís, Venecia y otros lugares de la bota italiana.Luís cada día se pasea, a sus ochenta y tres años, durante dos horas desde el Milenio, subida al Monte de san Pedro ¡ hasta la Torre de Hércules coruñesa a buen ritmo. Claro que esto lo alterna con las clases de gimnasia con aparatos en el salón que está cerca de su residencia. ¿Qué más decirles?

José Ramón está todo el día con el chándal. Su padre lo envió años ha a Bilbao para que el chico aprendiera una profesión: sastre. Y JR, para abreviar, allá se nos fue. Como es espabilado donde los haya aprendió pronto las reglas de juego de la sastrería y montó un taller.Llegó a tener más de cien empleados. Como no sabía inglés se nos fue a Gran Bretaña para abrirse campo y allá abrió su delegación. Tampoco sabía francés,se nos colocó en Francia, concretamente en “Paris de la France”. Y JR otra delegación abrió. Como le llegó la hora de dejar el camino abierto a otros, después de darles carrera a los cincos hijos/as volvió a la madre chica gallega. Me contaba que el año pasado se encontraron cuarenta y cinco a celebrar las fiestas de Navidad: hijos/as, yernos, nueras, nietos y hermanos/as en una acogedora casa que heredó de sus familiares en un lugar de una provincia gallega. Bueno JR es otro deportista que esta mañana hacía sus ejercicios correspondientes para mantenerse en forma. No sale tampoco en los massmedia. Pero las marcas si que las realiza cada día.

No desmerece Remedios con su nieta que saca buenas notas, ni Paco marinero en Terranova que siempre está descontento con el de turno, o María Nieves que desea encontrar un profesor de badmintón porque la mujer nunca hizo deporte, pero a estas edades siempre se puede ser una deportista de élite. Hace pocos días –me comentaba sotovoce- que había encontrado un “voluntario” que va a tener mucha paciencia con ella y que aprenderá a manejar la raqueta. Le dijo muy serio el profesor: “ten fe en ti misma y al final lo conseguirás porque bla, bla…”

Es que pasados los primeros sesenta y pocos años se quiere vivir con ganas: aquí va la muestra. Seguiremos en otro capítulo. Es un mundo apasionante este de los mayores

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una lección de cordura y bien vivir esta de las personas mayores que salen de sus hogares para hacer deporte y gimnasia de mantenimiento, en vez de estar todo el día qujándose. ¡Sencillamente, digno de aplauso!
Mercedes Roríguez