miércoles, 8 de octubre de 2008

POEMA "SI" DE RUDYARD KIPLING


Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas.
Si no buscas más odio, que el odio que te tengan.
Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres.

Si al hablar no exageras, lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si alcanzas el TRIUNFO ó llega tu DERROTA,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.

Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.

Si arriesgas de un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie lo que eres, ni lo que eras.

Si logras que los nervios y el corazón te asistan,
aún después de su fuga, en tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo, cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, lo quieres y mandas.

Si hablas con el pueblo, y guardas la virtud.
Si marchas junto a Reyes, con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman, y ninguno te precisa.

Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
de sesenta segundos, que te llevan al cielo.
TODO lo de esta Tierra será de tu dominio,
Y mucho más aún.
¡Serás un HOMBRE, hijo mío!

martes, 7 de octubre de 2008

¡DESCANSAR EL FIN DE SEMANA O QUÉ HACEMOS?

Existe una concepción del descanso el fin de semana según la visión hebra o judía y otra concepción que se ha expandido por occidente de forma rápida. Me acordé de este asunto cuando esta noche, antes de la cena, alguien comentó algo así como: “Bueno, mañana ya es miércoles”. Inmediatamente me vinieron a la mente las dos concepciones del fin de semana. Son muy diferentes y fáciles de asumir, pero una de ellas lleva a una postura totalmente distinta de la otra y es de una gran eficacia laboral, humanística, e incluso, más saludable en cuanto al cuerpo y mente.

“¿A dónde quiere usted llegar con este tema?” Veamos una por una ambas concepciones. La judía y hebrea lleva a su seguidor al descanso total: no están permitidos en el día del sábado realizar ningún tipo de comercio, ni compras ni ventas de las más grandes a las más pequeñas, caminar más de un determinado número de pasos, ni siquiera llevar dinero en los bolsillos, encender fuego para hacer la comida, tampoco encender/apagar la televisión o una luz en la habitación, pasillo, despacho, etc.

Eso sí, dedicar el día a la oración y alabanzas a Dios. Ya Jesús en el Evangelio se enfadó en más de una ocasión cuando sus discípulos tomaban unas espigas y las frotaban para poderlas comer, con el consiguiente malestar de los fariseos que murmuraban que aquello no se podría realizar, porque Yavhe (Dios) lo tenía prohibido desde el comienzo de la Creación.

Y cuando Jesús estaba en una casa y le llevaron un enfermo y todos se le quedaron mirando para ver lo que hacía. Jesús, que veía en el fondo de los corazones de todos aquellos, les hace reflexionar con una pregunta a la que nadie respondió porque no supieron o no desearon realizarlo: “¿Quién de vosotros no lleva al asno u otro animal a beber en sábado porque el animal tiene sed?” ¡Hipócritas!, ¿acaso vale más un asno que una persona que tiene una parte de su cuerpo mal y no puede usar una parte del cuerpo y viene a mi para que le sane? ¿Por qué no puedo realizarlo?”

Aunque parece que me salgo del tema, no es así. La concepción judía del descanso tiene una raíz religiosa, ya que es Dios el que ha legislado todo lo que se les manda y ellos –el pueblo judío- el que obedece a pie juntillas. Tanto es así que Cristo –Dios hecho Hombre, les tiene que recriminar- manifestándoles que no es el hombre para el sábado sino al revés.

¿Hemos pensado el fruto y conclusiones estupendas que conlleva esta concepción a una sociedad moderna o menos moderna? Toda una sociedad de una nación descansando, para comenzar con más brío sus obligaciones al día siguiente. Esto es para una tesis doctoral y mucho más.

Analicemos por encima la tesis occidental. La gente trabaja el lunes con la resaca del viernes noche, sábado tarde y noche, y domingo dedicados a todo tipo de barbaridades –permítaseme este vocablo- como todos sabemos que se realizan en nuestras casas, calles, barriadas, pueblos y ciudades, playa y campo, desde la tarde del viernes hasta la tarde noche del domingo. Comer mucho, beber bastante, viajar todo lo que se pueda, comprar o vender hasta ¡el cuerpo y el alma! si es posible. ¿En qué piensan tantas mentes ya el martes? Pues nada menos que aún hay que pasar la frontera del miércoles, jueves y ya estaremos ¡por fin! otra vez en el viernes para hacer lo mismo de la última semana.

Saquen ustedes las conclusiones: el occidental llega al lunes cansado, con muchas manzanillas y tilas consumidas el domingo noche para poder incorporarse a sus tareas laborales, ya sean los grandes magnates o simple banquero. El cuerpo y el alma rotos de tanto consumismo hasta que el cuerpo aguante.. y el alma hastiada se busque la soledad en una isla o en la montaña más alta.

Y acabo comentando que el pueblo judío es de una eficacia tremenda en los negocios y son la envidia de muchos otros países competitivos. El secreto está –en gran parte- en esta concepción del descanso con raíz religiosa, quiérase o no. La raíz y demás partes de la concepción occidental –hoy están copiadas por muchas razas y países- tienen unas consecuencias nefastas ya que hacen de la persona humana un guiñapo sin ilusiones, sin ganas de reiniciar la tarea laboral y falto, sobre todo, de iniciativa, porque al fin y a la postre es un ser conducido desde esferas extrañas. Que sabe que el hombre –y la mujer también- son seres o animales de costumbres, fácil de meter en el laberinto del que no puede salir por su propia voluntad por al tela de araña que le inmoviliza. Llámese consumismo, capitalismo…

lunes, 6 de octubre de 2008

ENTREVISTA AL PRELADO DEL OPUS DEI CON OCASIÓN DEL 80 ANIVERSARIO


Mons. Javier Echevarría, entrevistado por La Repubblica con ocasión del 80
aniversario de la fundación del Opus Dei.

La Repubblica
Marco Politi entrevista a Mons. Javier Echevarría

83.000 miembros laicos 1.900 sacerdotes, una gran parte de su presencia está en Europa y América y 6.600 miembros en África, Asia y Oceanía. El Opus Dei es como una gran empresa espiritual bien consolidada. Mira hacia atrás a sus primeros ochenta años y escruta el futuro “El Opus Dei existe para recordar que Dios llama a todos a ser santos y para ayudar a vivir el Evangelio en las mil situaciones de la vida ordinaria”, explica programáticamente el Prelado Mons. Javier Echevarría.

“Hace 80 años–añade– este mensaje era nuevo y revolucionario y lo es todavía hoy”. En sus viajes dice que percibe en la gente una búsqueda de “sentido ideal de la vida determinado por una esperanza que quizá no conocen. Es la búsqueda de un Transcendente del cual muchos tal vez huyen pero del que tienen tanta necesidad”.

A sus 76 años Mons. Echevarría, a pesar de su físico pequeño y frágil, juega todavía una vez por semana al tenis, escucha con pasión a Beethoven y en cuanto tiene tiempo devora libros de teología, filosofía, derecho canónico, historia de la Iglesia y literatura. El tenis le ha enseñado a devolver los reveses y los golpes liftados.



.-Mons. Echevarría, el Código da Vinci al final les ha servido a ustedes de publicidad, pero continua circulando la imagen de un Opus parecido a una masonería blanca. ¿No es paradójico hablar de secretismo desde las columnas de un periódico nacional?

.- Cada día nos llegan centenares de solicitudes de personas que buscan un encuentro directo. En www.opusdei.org ofrecemos noticias, documentos, y actualizaciones en 28 lenguas. Cualquiera que trate personalmente a un fiel de la Prelatura conoce su compromiso y su dedicación a Cristo. Para nosotros transparencia significa dejar que se vea a Jesús en la amistad y en las relaciones de la vida diaria.

.-Tal vez están particularmente presentes entre las clases dirigentes, influyentes, acomodadas.

.-En realidad la mayoría de los fieles pertenece a la clase media y muchos llegan a duras penas a fin de mes. Pero la verdadera cuestión es que cualquier profesión honrada puede ser santificada y llegar a ser la ocasión de un encuentro personal con Cristo. Nuestras actividades de formación espiritual están dirigidas a personas de todas las clases sociales.

.- ¿Los del Opus Dei no se pasan un poco en el ansia de proselitismo?

.- Todos los cristianos están invitados a seguir la invitación de Jesús de convertirse en “pescadores de almas”. El apostolado y el proselitismo, entendidos como anuncio cristiano siempre respetuoso de la libertad, no son un fin en sí mismos, ni las actividades autoreferenciales de tal o cual institución. El Opus Dei no hace otra cosa que hacer eco, también en este aspecto, de la enseñanza de la Iglesia universal.

.- ¿En qué se concentra vuestra misión hoy día?

.-Se modula en función de las prioridades de cada momento histórico. Dar vida a una familia es hoy un desafió grande: la casa, el colegio para los niños, el cuidado de los ancianos y de los enfermos, el ritmo de trabajo de los padres. Por eso una de nuestras prioridades es la promoción de actividades de formación cristiana para muchos padres, tanto si son fieles de la Prelatura como si no pertenecen al Opus Dei.

.-¿Cómo se relacionan con los ateos y agnósticos?

.-Estamos abiertos a todos. Las personas que tienen un alma, aunque no lo sepan o no lo quieran saber, son para nosotros amigos y hermanos, y por eso nos ponemos a su servicio, lo mismo que con todos los demás.

.-80 años son muchos. ¿Qué ha aprendido el Opus? ¿Qué defectos debería evitar?

.-Yo veo lo que he escuchado decir tantas veces a san Josemaría Escrivá, no por orgullo o soberbia: que la Obra no tendría nunca necesidad de ninguna renovación para adaptarse al mundo, porque su fin es enseñar a todos, comenzando por nosotros mismos, a santificar lo cotidiano. También en el futuro será necesario estar en el mundo. Tendremos siempre que dirigirnos a ese Dios que nunca nos abandona y nos extiende la mano, para que nosotros lo acojamos y después caminemos con su ayuda.

.-¿Y usted personalmente que ha aprendido ejerciendo como Prelado?

.-Cada día debo aprender a rezar, aprender a ser más mortificado, aprender a servir a todas las personas que encuentro. Porque las palabras del Señor no son un simple relato, sino una realidad. Recordemos cuando Él dice: “Si habéis maltratado a los enfermos, a los pobres, a los ignorantes, entonces me habéis maltratado a Mí”.

.-¿Tiene algún recuerdo particular de San Josemaría?

.-Me impresionaba su buen humor, unido a su amor a Dios. Era un buen maestro que sabía animar y corregir, un sacerdote y un padre que se dedicaba completamente al servicio de Dios y de las almas. Pero con él también se reía y se bromeaba. En el coche cantaba canciones que trataban del amor humano, que le gustaba interpretar pensando en su amor por Dios. Una vez nos dijo que cuando se muriese le gustaría escuchar aquella canción italiana que dice: “Abrid las ventanas al sol nuevo, ya es primavera”.

.- América Latina, África, Asia son algunos de vuestros territorios de trabajo. ¿Qué iniciativas desarrollan allí?

.-A menudo se habla de la sociedad de consumo, pero no podemos olvidar que gran parte de la humanidad vive en condiciones de pobreza y de miseria. También en Occidente. La respuesta de la Iglesia ha sido siempre no solo la beneficencia sino también la educación. Por ejemplo en los Andes, en Perú, algunos fieles de la Prelatura, junto con otras personas, han creado una red de promotoras rurales: mujeres de esos pueblos hacen de educadoras para la alfabetización, higiene, las normas sanitarias básicas. En tantos países del Sur y del Norte del mundo el desafío es ayudar a la población local a asumir la responsabilidad del desarrollo de su propia sociedad.

.-Están presentes también en China.

.-Para nosotros China no es una novedad, como tampoco lo era Rusia. Muchos fieles del Opus Dei están en China como diplomáticos, ingenieros, abogados, profesores. Estos fieles son ciudadanos normalísimos, que tienen trato con muchas personas que se saben comprendidas, queridas. Y también se busca llevar la semilla de Cristo. Tenemos iniciativas de educación y de asistencia social en Hong Kong, Macao y Cantón. Y hay sacerdotes que son llamados para ir a China continental a ayudar a otras personas.

.- Mons. Echevarría, ya ha sido proclamado santo Josemaría Escrivá. Ahora han comenzado el proceso de beatificación de su sucesor Álvaro del Portillo. ¿Por qué este interés en tener los propios santos?

.-Fíjese que no tenemos hambre de santos sino de santidad. Porque la santidad nos lleva a estar cerca del Señor, que es paz y alegría para todo el mundo. Nosotros no queremos enseñar algunos santos para decir después: mirad qué distinto es este santo. Sino para hacer ver a todos que también ellos, si quieren, pueden esforzarse por ser santos.

Traducción: Oficina de información del Opus Dei (Madrid)


http://www.opusdei.es/art.php?p=29865

domingo, 5 de octubre de 2008

LA HISTORIA DE EDUARDO VERASTEGUI: DE LA FAMA A LA FE


La historia de Eduardo Verástegui es una de esas conversiones que reclaman examen de conciencia y exigen revisión de la propia vida
Jorge Enrique Mújica

Empezó a trabajar a los 17 años cantando en un grupo que se llamaba “Kairo”. Viajes, discos, videos, telenovelas en México… La fama fue subiendo y cumpliéndose sus “sueños”. Ya sin el grupo siguió cantando como solista. En uno de sus viajes México-E.U. le conoció un director de casting de la “Century Fox” y lo contrató para grabar películas en Hollywood.

Con 28 años y jornadas de estudio de ocho horas al día, a los siete meses aprendió inglés. La maestra, para su sorpresa, resultó ser una católica convencida que sembró en él la inquietud por buscar la verdadera felicidad. “Después de doce años de carrera, de lograr todos esos sueños que pensé me iban a dar la felicidad, de haber llegado de un pueblo chiquito a Hollywood, de hacer una película en inglés, de tener doce managers, publicistas, agentes, abogados, todo tipo de personas trabajando para mí para lanzar el próximo “latin lover, Don Juan, casanova”; y de pronto ¡confundido porque no era feliz! ¡Y claro: mexicano, católico practicante; según yo practicaba porque iba a misa una vez al año y traía un Rosario colgado!” Así narró hace poco el comienzo de su conversión a un grupo de jóvenes que le escuchamos pasmados.

“Si amas tanto a Dios como dices –le dijo la maestra–, traes el Rosario, tienes una Virgen en tu casa, vas a misa una vez al año y crees que lo estás sirviendo, ¿por qué le insultas tanto?; ¿por qué rompes este mandamiento…? Desde ahí empezaron las lágrimas. Tres meses de llorar y llorar. Por la gracia de Dios me di cuenta de que estaba viviendo en una incoherencia total, contradicciones todo el tiempo. Así es que dejé todo: mis manager, mi carrera; fui a hablar con un sacerdote…”

Fue tan fuerte la acción de la gracia de Dios que estuvo a punto de meterse en un seminario. Pero el consejo del sacerdote le impulsó a otra misión: fundar una productora de cine. “Allí donde está la oscuridad, ahí es donde debes estar porque si Dios cerró los ojos ahí necesitamos ser una luz en la oscuridad”, le subrayó el padre. Para colmo le dio un libro que le cambio la vida (“Roma, dulce hogar”): “Cuando cerré ese libro, hace tres años, empecé a asistir a misa todos los días. Ese libro me ayudó mucho a discernir: o es realmente Dios o no lo es. Y si sí es (que me quedó bien claro por la gracia de Dios que estaba actuando en ese momento) quiero estar ahí en ese momento todos los días del resto de mi vida.

Me fui a un retiro como cinco días y ahí fue donde salió la idea de armar “Metanoia films”, porque la palabra metanoia, conversión en griego, era lo que estaba pasando. Dejar todo lo que en un momento pensé que iba a ser la felicidad para seguir a Dios y entregar mi vida completa a Dios, que yo creí que iba a ser en el seminario, como monje de clausura o algo así y Dios me la puso de manera diferente” Pero no paró todo ahí. Con la productora lista, contratos jugosos rechazados, dispuesto a promocionar los valores, se empezaron a sentir las pruebas por la falta de dinero: Sabía que Dios lleva a los hombres a las aguas profundas no para ahogarlos sino para limpiarlos pero ¡ya nos andábamos ahogando!

En noviembre de 2004, invitado por el amigo sacerdote, fue a Roma, saludo a Juan Pablo y le presentó “Metanoia films”. Una semana después conoció a Sean, un católico que le compró parte de la compañía y le dio el dinero para hacer lA película: “¡Justamente una semana después de haber conocido al Santo Padre! Para nosotros fue un milagro clarísimo”. Como la temática lo exigía, antes de iniciar el rodaje decidió ir a una clínica de abortos para platicar con alguna chica. “Cuando llegué empecé a ver a estas chavas entrando; niñas de 15 a 23 años, en su mayoría latinas… ¡No pude ni hablar! Obviamente ni decirles “Fíjate que estoy haciendo una película, me gustaría saber el dolor que traes para…” ¡No pude! Se me cerraron los labios y lo único que hice fue observar la gente que estaba fuera tratando de convencerlas con sus panfletos, con todo lo que les estaban platicando”.

Salvar muchas vidas. Al final terminó hablando con una joven que le había reconocido. Se la llevó a otro sitio, y a platicar y platicar. Le enseñó un video pro vida, le regaló cosas, le habló de la belleza de ser portadora de una vida… Al final la joven se subió al auto de su marido y no aborto.Tras filmar la película, el esposo de la chica le habla y le pregunta si pueden llamar al niño: “Eduardo”. Verástegui fue al hospital, llevó sacerdote y bautizaron al niño. “Una de las excusas que tenían para abortar era que la niña anterior había salido con los ojitos un poco malos; el segundo hijo les salió con una burbuja en la cabeza y pensaron que el tercero también les iba a salir así y nada, gracias a Dios el tercero fue el que salió físicamente sano. Me quedó muy claro que fue la gracia de Dios y que a uno lo utiliza simplemente como un instrumento, pero ha sido la cosa más bella que he hecho en toda mi vida…”

La idea de la película “Metanoia films” es salvar muchas vidas. Que cualquier chica embarazada que quiera abortar y vea la cinta, quede tocada en su corazón y cambie su decisión.- La historia de Eduardo Verástegui es una de esas conversiones que reclaman examen de conciencia y exigen revisión de la propia vida. “¿Si el pudo, por qué yo no?”, se preguntarán muchos. La respuesta estará no en el fácil responder: “¡claro, es que el es famoso y yo no!”, sino en la actitud de correspondencia a la gracia que da Dios, al amor de Dios que es el mismo para todos. Cada uno actúa desde el puesto que le toca. Ninguno es innecesario porque en todo cuerpo tanto vale el corazón como el cerebro, la vista como el tacto. Todo depende del fruto que sepamos dar según el propio papel.

sábado, 4 de octubre de 2008

MI SUEGRO Y EL COMUNISTA

(Nota: aunque es un artículo largo,merece la pena su lectura)
Leopoldo Abadía - 17/06/2008

Mi suegro era todo un personaje. Abogado, hombre muy culto, con ideas muy claras y posiciones muy firmes Sabía mucho de agua. Había sido Secretario del Pantano de la Peña durante muchos años y se oponía duramente al trasvase del Ebro. Cuando mi mujer y yo íbamos a Zaragoza, nos recibía diciendo: “¡Ya llegan los catalanes, que nos quieren dejar sin agua!” Nos reíamos, le decíamos que lo único que queríamos conseguir era podernos duchar y ahí se acababa el conflicto, hasta el próximo viaje.
Sus ideas políticas también eran muy claras. Había sido Alférez Provisional, se había jugado la vida por los frentes de guerra, y, al menor descuido, te lo contaba, con muchos detalles que iban mejorando y adornándose, año tras año. Jesús era también todo un personaje. Abogado, hombre muy culto, con ideas claras y posiciones muy firmes. Lo que pasa es que era comunista. Muy comunista.

Vivía en Méjico. Casado con Aurora, una mujer encantadora, con las mismas ideas políticas que su marido. La vida del matrimonio había sido dura. Jesús ocupó un cargo importante en el Partido, vivió bastantes años en Francia, al acabar la guerra civil, y pasó a España, donde fue detenido más tarde. Le conocí en Barcelona. Vino en un viaje de negocios, con un permiso especial de 15 días. Nos caímos muy bien. Nuestras mujeres también se hicieron muy amigas.

Durante unos años nos vimos y escribimos con mucha frecuencia. Un día, en Zaragoza, en el antiguo Paseo de la Independencia, me dijo: “Por aquí fui yo, detenido, cantando la Internacional, puño en alto. La cárcel de aquí era muy cómoda, mejor que otras en las que estuve unos cuantos años” .Jesús y mi suegro no se conocían. Tenían, más o menos, la misma edad. Un domingo, en Barcelona, me llamó Jesús. “Estoy de paso. ¿Puedo ir a cenar a vuestra casa?" Montamos la cena inmediatamente y quedamos para vernos por la noche.

Ese mismo domingo, media hora más tarde, nos llamó mi suegro: “Estoy de paso. ¿Puedo ir a cenar a vuestra casa?”. Un hijo mío llama a eso “Patafísica”. Esas coincidencias que suceden de vez en cuando y que te dejan perplejo Total, que aquella noche, puntualmente, se presentaron el Alférez Provisional y el Muy Comunista en mi casa. Como mi suegro llegó antes, mi mujer le puso en antecedentes de quién venía a cenar. Los dos eran personas correctas, pero, como los dos, también, eran muy charlatanes y un poco bocazas, nos daba miedo que se pudiera estropear la cena. Teníamos la sensación de asistir a un encuentro entre “las dos Españas”.

La cena fue increíble. Mi suegro y Jesús conectaron en el aperitivo. Se quitaban la palabra uno a otro, se partían de risa, nos miraban a mi mujer y a mí como diciendo “¡qué poco saben estos!”,…En dos palabras, aquello era un éxito. Lo que pasa es que los éxitos acaban con la apoteosis final. Y de eso me encargué yo. Sin querer. No sé por qué salió el tema de Gibraltar. Fijaos que no es un tema de los que se habla todas las noches en familia a la hora de cenar. Aprovechando que -curiosamente- Jesús y mi suegro se habían callado, me lancé y dije que las reclamaciones españolas sobre Gibraltar no eran más que una manera de distraernos de problemas mucho más serios.

Me arrepentí en seguida. Porque, como si se hubieran puesto de acuerdo, se lanzaron los dos violentamente sobre mí. Que si no era patriota, que si el Tratado de Utrecht,…Mi mujer asistía al ataque, muy divertida y yo lo capeé como pude. Acabó la cena, sin más accidentes. Le llevé a Jesús al hotel. En el camino, me dijo: “¡Qué majo que es tu suegro!” Volví a casa. Mi suegro se quedaba a dormir. Antes de acostarse, me dijo: “¡Tu amigo el comunista es un tío fenomenal!” Pensé que, en aquella cena, el único que tenía que haberse callado era yo.

Me he acordado muchas veces de aquella noche y lo he comentado con mi mujer. Y a los dos nos ha parecido que ese es el camino, que lo de la “crispación” es un invento diabólico, que por qué le voy a odiar a Esteve, mi vecino de arriba, porque tiene unas ideas políticas distintas de las mías. Que para qué sirve recordar lo que me hizo Esteve hace unos años y hace unos meses (dejar que se pasase el agua de su piso al mío, poniéndome el comedor hecho un asco). Que hay que perdonar. Pero que perdonar es muy fácil. Lo difícil es que, además, hay que olvidar. Y si olvido, ya no tengo que perdonar nada, porque se me ha olvidado.

Y esto es a nivel de partidos, de personas, de familias (compuestas por personas), de la calle, de todo. El día que me encuentre a Zapatero y a Rajoy tomando copas con sus mujeres en una tasca y venga a reírse, pensaré que es verdad que España va bien. Hasta entonces, no me lo creo. Y si, alguna vez, Rajoy dice que Zapatero ha hecho una cosa bien, me alegraré más. Y si Zapatero dice que Rajoy no es un cenutrio, más. Y si Llamazares alaba a Duran Lleida, más. Y así, sucesivamente. A mí me parece que alguien debería organizar cenas en mangas de camisa con gente de los partidos políticos, para hablar de sus familias, de los suspensos que tuvieron cuando hacían la carrera, de la moción de censura del Barça, de por qué el Zaragoza ha bajado a Segunda División. Lo único que pido es que me inviten, si un día se les ocurre hablar de Gibraltar. Quizá pueda hacer una aportación brillante como la que hice en la cena de mi suegro y el comunista. Cuenten conmigo. El buen resultado está garantizado. Leopoldo Abadía (Exprofesor de IESE)

viernes, 3 de octubre de 2008

HABLAR MÁS Y MENOS GRAMÁTICA

Caminaba por la calle hace pocos días y una madre comentaba a su hijo:

.- Lo que hace falta es hablar más en gallego durante las clases y enseñar menos gramática. Con la gramática sólo aprendes verbos, pero poco más. Así ocurre que después la gente no hablamos en gallego porque no sabemos expresarnos bien.

¡Qué razón tiene esta señora madre! ¿Cuánto tiempo le dedican los profesores a enseñar gramática de inglés, castellano, griego, latín, francés. Pero después no sabemos vocabulario ni formar una oración simple (sujeto-verbo –predicado). Hace falta más conversación, más oratoria y menos dedicado a escribir –aunque todo es preciso- pero en nuestras aulas se dedica poco tiempo a la conversación en un idioma que deseamos aprender.

¿Quién tiene la culpa? Las calificaciones del alumnado. Que es preciso evaluar y dar una nota a cada alumno/a y no hay manuales para este factor tan importante para todos. Muchos puestos de trabajo se pierden porque no saben hablar algunas personas y no se saben expresar oralmente.

Es hora de aprender de Argentina, de USA y de otras culturas donde le dedican más tiempo a la conversación en el aula. ¿Difícil tarea? No creo, si se realiza una programación adecuada y vamos avanzando curso tras curso en este importante asunto de la vida.

Me pregunto muchas veces cómo hacen las madres con sus hijos para enseñarles a hablar. Hablan con ellos y ya está. “Mamá, yo pono esto en la mesa! Y la madre rectifica con cariño y sin reñir al pequeño: “No se dice así. Mamá yo pongo esto en la mesa” Y otro día igual. “Papá yo no cabo en este sitio” Y el papá le comenta –le enseña, sin querer algo de gramática- al hijo: ” - Se dice no quepo en este sitio”. ¿Cuántos años necesitan unos padres para que sus hijos aprendan el idioma materno/paterno? Muy poco porque todo es fonética, es decir conversación.

Hace pocas fechas viajó un amigo a un país, donde se hablan el árabe, francés y español. Pero con dominio de los dos primeros. Se había comprado un vademecum del francés, pero echó mano del vocabulario del francés que había “estudiado” en el bachiller de hace años. Y se dio cuenta que le faltaba más que nada la poca conversación del aula.

Señores y señoras profesores/as. ¡Hablen más con su alumnado y dejen la gramática a un lado, de vez en cuando! Se asombrarán de sus adelantos ya que el cerebro del pequeño es como una esponja para todo. Lo que se necesitan son buenos educadores, profesores y que estos tengan más paciencia. Es preciso saber esperar. También para educar a un país.

jueves, 2 de octubre de 2008

80 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL OPUS DEI

El día 2 de octubre de 2008 hace ochenta años que Dios hizo saber a san Josemaría Escrivá de Balaguer que los cristianos todos pueden difundir el mensaje de que el trabajo y las circunstancias ordinarias son ocasión de encuentro con Dios, de servicio a los demás y de mejora de la sociedad.

Buscar a Dios en la vida ordinaria de cada día. Todos los bautizados están llamados a seguir a Jesucristo, a vivir y a dar a conocer el Evangelio. La finalidad del Opus Dei es contribuir a esta misión evangelizadora de la Iglesia Católica, promoviendo entre fieles cristianos de toda condición una vida coherente con la fe en las circunstancias ordinarias de la existencia y especialmente a través de la santificación del trabajo. Algunos rasgos del espíritu del Opus Dei son los siguientes:

Filiación divina. “la filiación divina es el fundamento del espíritu del Opus Dei”, afirma su fundador. Desde el bautismo, un cristiano es un hijo de Dios. La formación que proporciona la Prelatura fortalece en los cristianos un vivo sentido de su condición de hijos de Dios y ayuda a conducirse de acuerdo con ella: fomenta la confianza en la providencia divina, la sencillez en el trato con Dios y con los demás, un profundo sentido de la dignidad de la persona y de fraternidad ente los hombres, un verdadero amor cristiano al mundo y a las realidades creadas por Dios, la serenidad y el optimismo.

Vida ordinaria. “Es en el medio de las cosas más materiales de la tierra donde debemos santificarnos, sirviendo a Dios y a todos los hombres”, decía el fundador.. La familia, el matrimonio, el trabajo, la ocupación de cada momento son oportunidades habituales de tratar y de imitar a Jesucristo, procurando practicar la caridad, la paciencia, la humildad, la laboriosidad, la justicia, la alegría y en general las virtudes humanas y cristianas.

Santificar el trabajo. Buscar la santidad en el trabajo significa esforzarse por realizarlo bien, con competencia profesional. Y con sentido cristiano, es decir, por amor a Dios y para servir a los hombres. Así se convierte en un encuentro con Cristo.

Oración y sacrificio. Los medios de formación del Opus Dei recuerdan la necesidad de cultivar la oración y la penitencia propias del espíritu cristiano. Los fieles de la prelatura asisten diariamente a la Santa Misa, dedican un tiempo a la lectura del Evangelio, acuden con frecuencia al sacramento de la confesión, fomentan la devoción a la Virgen María. Para imitar a Jesucristo, ofrecen algunas pequeñas mortificaciones, especialmente las que facilitan el cumplimiento del deber y hacen la vida más agradable a los demás.

Unidad de vida. San Josemaría explicaba que el cristiano debe llevar “una única vida, hecha de carne y espíritu, y esa es la que tiene que ser –en el alma y en el cuerpo- santa y llena de Dios”. Nunca un cristiano deberá “llevar como una doble vida: la vida interior, la vida de relación con Dios, de una aparte; y de otra, distinta y separada, la vida familiar, profesional y social”

Libertad. En sus actuaciones políticas, económicas, culturales, etc., obran con libertad y con responsabilidad personal, sin involucrar a la Iglesia o al Opus Dei en sus decisiones, ni representarlas como las únicas congruentes con la fe. Esto implica respetar la libertad y las obligaciones ajenas.

Caridad. Los cristianos son testigos de Jesucristo y difunden su mensaje de esperanza entre parientes, amigos y colegas, con el ejemplo y la palabra. Afirma el fundador: “Al esforzarnos codo con codo en los mismos afanes con nuestros compañeros, con nuestros amigos, con nuestros parientes, podremos ayudarles a llegar a Cristo”. Este afán de dar a conocer a Cristo es inseparable del deseo de contribuir a resolver las necesidades materiales y los problemas sociales del entorno.

Lugar en la Iglesia Católica. La formación espiritual que ofrece el Opus Dei complementa la labor que realizan las iglesias locales. La tarea apostólica de los fieles de la Prelatura Opus Dei –como la de muchos fieles católicos- persigue una vivificación cristiana que, con la gracia de Dios, redunda en beneficio de las parroquias y las iglesias locales.

Personas.- De los 87.000 fieles, el 98% son laicos, hombres y mujeres, y la mayoría, casados. El 2% restante son sacerdotes. Una característica de la fisonomía del Opus Dei es el ambiente de familia cristiana. Ese tono familiar está presente en todas las actividades que organiza la prelatura

Para mayor información se pueden dirigir a la Oficina de Información de la prelatura del Opus Dei www.opusdei.esd info@opusdei.es Castelló 115,2º -28006 Madrid Tel. 91. 563.47.82


NOTA
.- Lo anterior escrito es un extracto del folleto ilustrado de 17 páginas titulado “OPUS DEI Buscar a Dios en la vida ordinaria”. Se puede solicitar gratis en la anterior oficina o en cualquier centro del Opus Dei en cualquier ciudad donde desarrolla su actividad.-

En A Coruña se celebrará una Misa de acción de gracias por este evento en la iglesia parroquial de san Jorge el día 2 de octubre a las 20 horas.