viernes, 10 de julio de 2009

¡QUÉ PASARÍA SI TODO ME FUERA PERMITIDO?

(Otra visión del arículo anterior) Comparen y voten al más acertado...Gracias.- Al anterior le llamaremos A y a este B para las votaciones.

Pueden pasar tantas opciones como personas vivimos en el planeta Tierra. En mi caso, por ejemplo, seguiría haciendo la vida que realizo a diario. Eso sí, pescando a diario en una roca en el mar. Por lo demás, pienso que no cambiaría mucho mi estilo de vida, ya que siempre he procurado hacer lo que me dé la real gana (perdón por que puede resultar presuntuoso, muy presuntuoso).

Me explicaré rápidamente: he vivido y vivo con dos coordenadas importantes en esta situación: libertad y responsabilidad. Pienso que es fundamental en la vida de cualquier persona si desea realizarse como tal. Ser muy libre, prepararse para elegir con libertad y ser responsable de sus actos.

Alguien citó que junto a la estatua de la libertad en la entrada de Nueva York, faltaría otra estatua que es la de responsabilidad. N o le sobra razón porque es lo que este mundo nuestro está necesitando a chorros:

Personas que sean plenamente libres –no adictas a nada (tabacos, caprichos, modas, alcohol, drogas, sexo, etc, ni a nadie, como los jefes, cónyuges, amantes, familiares, etc).

Pienso que la pregunta realizada por Gabriela es correcta. Otra cosa es que haya alguien que la pueda vivir al cien por cien. Hace poco leía en una revista un pensamiento que decía, más o menos, lo que sigue: “Donde hay libros hay libertad, porque la cultura nos da la fórmula mágica de ser libres”

Es muy bueno regalar libros. Leo y regalo biografías de personas que han realizado con sus vidas verdaderas revoluciones en este mundo nuestro, tales como Julio César, Jesucristo, Gandhi, Teresa de Calcuta, Tomás Alba Edison, Colón, Pizarro, Hernán Cortés, Escrivá de Balaguer, Churchill, Mongomery, Anna Sulllivan, Ignacio de Loyola, Hellen Keller, Madame Curie y muchas más.

¿Por qué biografías? Porque es donde se encarnó algo fundamental de nuestras aspiraciones. El querer ser como dioses, en el buen sentido de la palabra. En la Sagrada Escritura, la tentación que le presenta el demonio a Eva es precisamente es esa: “Si coméis de esta fruta, seréis como Dios”.Y en otro lugar se lee: “Sois hijos de Dios vivo”. Y un hijo, se parece casi siempre a sus padres.

A Coruña, 6-7-2009

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