Mi querida Gabriela: ¿de verdad te parece poco lo que nos está ocurriendo? Porque algunoi@s, viven como si las leyes no existieran para lo humanos. ¿Te parece poco los fines de semana con la “movida”., en las que nuestros jóvenes beben, fuman porros, se inyectan drogas, gritan, chillan, vociferan, vomitan y se aparean, pierden la virginidad ellos y ellas? Ahí tiene una muestra número “one”: para estos hombres y mujeres del mañana no existen leyes que deban cumplir.
Un dato que me ocurrió pasado verano. Soy madrugador por costumbre heredada de mi abuela. Era un domingo y me dirigía hacia una capilla de monjas que cuidan a los enfermos de noche y de día. Iba con el fin de orar y asistir a la santa misa. Hay una pequeña cuesta que como muchas veces pienso debería tener un mecanismo para reconvertirla en bajada cuando uno debe subirla. Pero, bueno, es un imposible más.
Sigo con la narración. Mis pasos son lentos y silenciosos, pero algún ruido debí hacer, cuando en una esquina asomó un par de cabezas, que estaban unidas a sendos cuerpos. Chico y chica que estaban copulando de pie y apoyándose en la esquina cóncava que allí existe. Me vinieron ganas de sacar el móvil y dejarlo para un reportaje en “youtube”, pero por aquello de la pedofilia y demás cosas de lo “no políticamente correcto”, me abstuve ya que llevaría, encima, las de perder en el juicio al que me llevarían los padres de la pareja de “amantes”.
Como profesional que eres de la comunicación – esto tan bonito y necesario de “ApreHender a transmitir” has viajado de un lado a otro. Has utilizado aviones, AVEs y demás medios al alcance de una persona del siglo XXI. ¿Has pensado –seguro que sí, ¡quien lo duda! – si no existiese la famosa física en las curvas, en el caso de carreteras y trenes, cuando a una fuerza centrípeta corresponde otra centrífuga, que hace que los vehículos no salgan a un lugar, donde la muerte y el estropicio sería el resultado?
Pero sin llegar a tales cuestiones tan drásticas. Tomas el coche para ir a un lugar que desconoces y deseas visitarlo: ¡pero el ministerio de Fomento olvidó –una vez más- de colocar las señales de tráfico! Prueba numero “tres”.
¿Pero la “segunda” no se ha mencionado?. Aquí va de inmediato. Vamos a quitar las leyes humanas de todo tipo: morales, éticas, buenas maneras, corrección, “fair play” como dicen los deportistas y ya tenemos “el lío padre”. Porque ¡¡¡también!!! las leyes de trabajo y derecho marítimo, derecho laboral, derecho civil se hubiesen borrado por unos segundos y uno se pregunta muchas cosas:
• ¿Por qué voy a trabajar si otros no trabajan y comen y visten?
• ¿A cuento de qué voy a ser fiel a mi cónyuge si é/ella no lo es?
• ¿Por qué no pondré el cazo para llevarme un buen trozo de la tarta de un obra del Ayuntamiento NN, ahora que tanto programas E se están elaborando?
• ¿Por qué diré la verdad en toda circunstancia si los demás mienten en todo momento?
• ¿Cómo y cuándo abonaré con dinero blanco pagando el IVA correspondiente si está permitido por ley que no se pague?
• ¿Para qué tener hijos, sufrir en educarlos, formarlos y hacer lo insufrible para hacer de ellos unas personas responsables y bien preparados, si otros ocupan puestos mejores sin llegar a dar la nota de APTO en el examen e Ingreso en el bachillerato?
• ¿Por qué voy a cuidar el pudor si mi intimidad no existe en ningún momento, ya que me “manifiesto” libremente con cualquiera mostrándole hasta lo más íntimo de mi personalidad? ¿Por qué no al desnudismo, si me apetece vivir así? No hay leyes que me lo prohíban. Si Dios no existe para mí, ancha es Castilla.
• ¿Quién me prohíbe de darle al viejo/a de mi padre/madre un medicamento y largarlo de este planeta, que me dejen libre par ocuparme de otros asuntos más importantes?
• Si mi amiga queda embarazada porque un día tuvimos un desliz, ¿que cosa más natural que acudir al aborto -¡gracias a ZP& Cia!- ya no es delito ante las leyes humanas.? Y una vez más acudo al médico de turno para que se olvide del juramento de Hipocrates y “en vez de cuidar la vida, actúe contra la vida del ser engendrado y no querido, aunque sea un “nasciturus” (el que ha de nacer) que posee todos los derechos humanos, desde que es engendrado.”
NOTA.- Es imposible y utópico como Tomás Moro lo dejó escrito en sus obras magistrales escrita muchas de ellas en la celda, esperando al verdugo, al que tuvo el detalle de darle una propina mientras le decía: “Procura realizar tu trabajo con perfección”
¿Vivir sin leyes?. Tomás Moro, precisamente, se jugó la cabeza porque Enrique VIII quiso no acatar las leyes hasta entonces vigentes. ¿Cabe mejor argumento que el de este abogado del reino de un rey que desafió lo establecido?
A Coruña, 6 de julio 2009
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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