Los cristianos debemos ser luz.Iluminar a otros que están en la noche oscura y que no se enterna de nada.La Fiesta de Todos los Santos que es un día de alegría total, porque ser santo es algo fácil y al mismo tiempo posible. En la liturgia de esa misa, San Pablo nos enseña que los santos están con nosotros, podemos ser cada uno de nosotros nada menos:
“Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su consumación.” (Hebreos 12,22-24).
Este rollito del Halloween que nos viene de las Américas es algo como el carnaval de nuestras tierras. Quieren sustituir una fiesta tan estupenda como es la de Todos los Santos por algo que no tiene ni pies ni cabeza. Bueno, tiene una calabaza. ¿Esto indica el nivel cultural y espiritual de muchos que son católicos? Sería penoso, pero es lo que muchos dan de sí. Pura ignorancia, créamelo.
Debemos celebrar este día de Todos los Santos porque es una gran realidad. Los niños pueden leer la vida de los santos, especialmente sus virtudes, con el fin de imitarlas. Los mayores pueden leer sobre los santos, llevar a su oración personal. Preguntarse ¿por qué no soy santo, con los medios que me da Dios?, ¿en mi caso qué hace falta para ser santo?, ¿aunque tenga fallos puedo ser santo de verdad, canonizable?. Vivir la unidad de vida es una gran cosa.
-¡Oiga, señor, ¿me puede explicar que quiere decir eso de unidad de vida?
-Es bien sencillo de entender: ser siempre el mismo hombre –o mujer- sin cambiar de gustos y personalidad. Ser una persona que no se vende por nada al “enemigo”. Más claro: tener una sola cara en todo momento. Con un ejemplo lo explicaremos mejor: a una persona le preguntaron que si en ese momento alguien le dijera que iba a morir qué cosa haría. Esta persona respondió: seguiría haciendo lo que estaba en ese momento realizando.
La Fiesta de Todos los Santos es una invitación a ser nosotros santos. Llenar de contenido nuestra vida de cada día y cumplir a rajatabla con nuestras obligaciones de cada jornada, aunque no nos vea nadie. ¿Y puede ser santo un payaso, una ama de casa, un soldado, un pescador, un médico y una enfermera? ¿Y un político?.
Todos estamos llamados a ser santos, según el Vaticano II. Y si no somos santos hemos fracasados como personas y como cristianos. Después de ver la vida de muchos santos actuales –contemporáneos nuestros- nos debemos animar a ser santos.
¿Nos hemos parado a pensar cómo cambiaría esta sociedad nuestra –a veces corrupta- si detrás de cada persona hubiera un santo?. Un médico santo, un empresario santo, un panadero santo, en político santo, una esposa santa, un estudiante santo, una modista santa, un catedrático santo, un amigo santo… Quizás más de uno se sonría por esto, pero que espere unos años y verá que sí es posible.
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
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